PSICOLAX

"Cuando sabes verdaderamente quien eres, vives en una vibrante y permanente sensación de paz. Puedes llamarla alegría, porque la alegría es eso: una paz vibrante de vida."

Eckhart Tolle

Monday, May 26, 2014

Cómo explicarle la muerte a los niños

La muerte es parte ineludible de la vida, y los niños también son conscientes de ello. El problema llega cuando hay que explicar a los más pequeños, acostumbrados a ver la muerte como algo ajeno en televisión o en videojuegos, el fallecimiento real de un ser querido, un tema delicado y muchas veces evitado en la familia.

En cualquier caso, la primera idea que hay que tener para hablar de la muerte a un niño es que siempre hay que decirle la verdad.

Decir siempre la verdad
El niño tiene que entender lo que se le está diciendo, pero siempre hay que decirle la verdad. Hay que decirle ese ser querido, el papá, la mamá, el abuelo o un hermanito se ha muerto y no vamos a verle más, que va a estar en nuestro recuerdo, que le vamos a recordar muchas veces, que hemos estado muy a gusto mientras hemos estado con él. Pero hay que decirle la verdad, para empezar.


Por supuesto, el mensaje hay que adaptarlo a la edad del niño y el momento que se escoge para hacerlo depende también de las experiencias a las que se enfrenta. Una ocasión o una pregunta pueden originarse al ver un programa de televisión y otras surgirán inevitablemente cuando la muerte afecta a un miembro de la familia.

Dar un mensaje que pueda entender, sin metáforas complicadas
Explicar la muerte a los niños de manera comprensible para ellos puede convertirse para los padres en un ejercicio de imaginación contraproducente porque puede confundir a los niños.

Para una familia creyente, la explicación de que el fallecido está en el cielo con Dios es útil porque da una referencia comprensible para los niños y contiene una visión que coincide con su fe religiosa.

Pero ojo a los relatos enrevesados. El niño tiene que entender que no va a volver a ver a este familiar, porque la idea de ‘el abuelo está en el cielo’ o ‘está en una estrella’, si no se explica bien, puede hacer que el niño crea que el abuelo es astronauta o que va a volver.

Un niño pequeño solo puede absorber cantidades limitadas de información; las explicaciones tienen que ser breves y sencillas. Las metáforas no son necesarias, salvo que el niño sea demasiado pequeño. Si el niño puede entender lo que ha ocurrido, hay que contarle la verdad.

Hacer visibles las propias emociones sin ocultarlas a los niños
Eludir hablar de un asunto que es evidente que afecta a la familia envía un mensaje equivocado para el niño: 'si mamá y papá no hablan de eso, es porque es algo malo, y es mejor no hablar de ello'; o ‘no puedo hablar de esto porque mamá y papá se pondrán más tristes’.

La muerte es un asunto tabú hoy en día, y hablar de ello implica examinar los propios sentimientos. No podemos aislar al niño de las emociones de los adultos: él ve el llanto, ve a sus padres tristones, el silencio, que salen menos de casa, que dejan de salir con sus amistades. El niño sabe qué ha ocurrido y tiene que aprender a gestionar esas emociones, tanto suyas como de los adultos.

Enseñar al niño a manifestar sus propias emociones
Es importante ser receptivo a las preguntas del niño o la niña, porque forma parte del proceso del duelo. Hay que observar su comportamiento. Puede no apetecerle jugar, no estar con sus amigos, buscar estar más con su familia y demandar más cariño y más contacto físico. Ahí se ve que el niño está distinto y lo está pasando mal, tanto antes como después del fallecimiento del ser querido.

Un niño también necesita llorar una pérdida y necesita apoyo, comprensión y cariño
Es un error querer distraer a los niños, en lugar de enseñarles a gestionar y vivir la tristeza, porque un niño también necesita llorar una pérdida y necesita apoyo, comprensión y cariño.

Sobre todo, hay que enseñar al niño a manifestar sus emociones, dependiendo de las edades, a través del llanto, del dibujo, de las verbalizaciones que puede hacer del tipo ‘echo de menos a mamá’, ‘echo de menos al abuelo’… Hay que enseñarle que lo que está sintiendo es tristeza, y que eso es normal, para que los niños más pequeños aprendan a identificar esas emociones.

No dejar a los niños al margen de las ceremonias de despedida
Si el niño es lo bastante mayor como para comprender lo que va a ver y escuchar, durante y después de los oficios religiosos, los psicólogos recomiendan que participen de un modo razonable.

Es muy importante que no tengamos a los niños al margen de los rituales de despedida. A partir de los diez años el niño ya comprende perfectamente lo que ha ocurrido, puede ir a ver a un enfermo o a una ceremonia de despedida, a un cementerio a llevar flores, siempre y cuando la familia le explique por qué hace eso.

No significa que tengan que ir a un tanatorio, porque en España tenemos la costumbre de mostrar los féretros abiertos; no hace falta contarle detalles del fallecimiento o que vea el cadáver, porque les va a costar asimilarlo, pero sí las ceremonias de despedida, y en especial aquellas que son un homenaje a la vida, de modo que tenga los mejores recuerdos de la persona fallecida.

Cuando los hijos son adolescentes: ofrecerles que se abran
Los adolescentes pasan por una edad en la que viven con mucha intensidad sus emociones. Se trata también de observar sus comportamientos. Van a preguntar, y si no preguntan hay que acercarse a ellos y ofrecerse a que hablen con confianza sin temor a que nos vayamos a enfadar o ponernos tristes.

Hay que darles la posibilidad de desahogarse no solamente con sus iguales, que en esas edades adquieren una importancia enorme, sino que los miembros de la familia tienen que estar abiertos a recibir las manifestaciones de dolor que ellos puedan tener.

Junto a las reacciones de ira, frustración o incomprensión, a veces hay que lidiar con un sentimiento adicional: el de culpa. Cuando a un adolescente se le muere una persona querida, más si es un padre o una madre, llegan a pensar: ‘he discutido muchas veces por cosas absurdas, no le hacía caso y ahora no le tengo’, y aparece un sentimiento de culpa, que hay que abordar desde la familia.

Hay que hacer una buena recepción de sus sentimientos, y si se ve que el adolescente tiene manifestaciones de un especial aislamiento, que dura mucho tiempo, una pena prolongada, es recomendable asistir a un psicólogo para ayudar a orientarlo.

Respuestas convenientes a preguntas complejas
Al hablar de la muerte con los hijos pequeños, hay unos cuantos consejos útiles que seguir y otros cuantos errores que evitar.

- La muerte se puede explicar fácilmente en términos de ausencia de las funciones vitales que los niños conocen: las personas se mueren cuando ya no respiran, no comen, no hablan, no piensan y no sienten; cuando los perros se mueren dejan de ladrar y correr.

- "¿Cuándo te morirás tú?". Una pregunta 'agresiva' para un adulto, pero que refleja una preocupación cierta de un niño. La mejor manera para contestar puede ser otra pregunta: ¿"Te preocupa que yo no esté aquí para cuidarte?". Si es así, una buena respuesta tranquilizadora sería: "Yo no espero morirme en mucho tiempo. Espero estar aquí para cuidarte todo el tiempo que necesites. Pero si papá y mamá se mueren, habría muchas personas que te cuidarían: la tía, el tío, la abuela...".

- No es bueno comparar la muerte con el sueño, el descanso eterno o el descansar en paz. Un niño puede sentirse confundido y empezar a tener miedo de irse a la cama o echar una siesta, o tener miedo de que si se queda dormido no despertará.

- "Se murió por una enfermedad". Los niños en edad preescolar no distinguen entre las enfermedades pasajeras y las mortales y puede generarse en ellos una preocupación innecesaria. Es útil aclarar que solo una enfermedad grave puede causar la muerte.

- "Tu hermanito está con Dios". Los niños pequeños tienden a entender las palabras literalmente, y declaraciones como "es la voluntad de Dios" pueden asustarle y hacer que crean que Dios también vendrá a llevárselo a él.








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noreply@blogger.com (Elia Bernabeu)

Saturday, May 24, 2014

¿Cúal inteligencia?


Afirmar que el hombre es el  más inteligente de los seres vivos que habitan este planeta es una aseveración con muchas dudas ya que los índices de maldad se han disparado como nunca  y esa maldad solo existe por el afán desmedido de conseguir dinero a como dé lugar  , matamos , hacemos daño de multiples formas , nos estorba la demás gente , quisiéramos que solo fuésemos nosotros en el planeta , si tanta inteligencia tenemos no estaríamos con la explosión demográfica incontrolable  y por supuesto , contaminamos todo lo que tocamos , el agua , el aire , la comida , fuentes indispensables de la vida.
La corrupción la impunidad ,  la violencia, la justicia selectiva , son formas certificadas de mantener un poder que pronto no sé de que servirá si el planeta está colapsando . El dinero solo servirá talvez para irse a vivir a otro planeta , pero no podremos comprar agua y aire limpio , ni comida libre de veneno , la ropa y demás enseres que nos dan comodidad también desaparecerán porque no habrá insumos para fabricarlos.
Muchas enfermedades  ya tienen curación pero esos medicamentos no se elaboran  porque no favorece a los grandes intereses comerciales que multiplican sus ganancias con medicinas que solo son paliativos  pero no curan .
Los grupos de poder en los países mantendrán este panorama hasta que ya no haya solución , se agotará el petróleo y el planeta carecerá de árboles para el vital oxígeno , lo que quedará al final será un grupo de multimilllonarios con tanto dinero que  no hallarán que hacer con él y los demás pues simplemente padeceremos las consecuencias de no haber actuado con inteligencia sino con avaricia desmedida hacia el Dios del hombre en la tierra: el dinero

Thursday, May 15, 2014

Dos formas de optimizar la forma en que nuestros cerebros se adaptan a la era internet

Llamamos neuroplasticidad a la capacidad de nuestros cerebros, incluso la tendencia a adaptarse a los cambios en el ambiente. Lo primero que cambia con las tecnologías, hemos dicho muchas veces aquí, somos las personas, que si pensamos en la cognición, nos vemos en la necesidad de adaptarnos a un entorno informativo mucho más amplio y complejo que antes.
Hemos publicado antes listados de estos cambios pero algunas lecturas recientes hacen necesario que los ampliemos ahora con algunos puntos adicionales.  Hablaremos en algún caso sobre el desarrollo cognitivo que se está produciendo para adaptarnos a los nuevos ecosistemas de información abundante pero también sobre cómo potenciar algunos aspectos que se están perdiendo pero sería interesante conservar. 

1. Problemas con los patrones de sueño.
Parece que no ocurre como con los libros analógicos: los dispositivos electrónicos con sus pantallas luminosas, no ayudan a conciliar el sueño sino todo lo contrario.  Necesitamos, de forma biológica y poco moldeable, oscuridad para dormir. Las luces que emiten laptops, ebooks, etc. confunden al cerebro indicándole que es de día y dificultando el sueño.
También aparece el denominado FOMO (fear of missing out, miedo a quedar fuera), provocando síntomas de ansiedad, inadecuación, irritación, etc.  cuando estamos desconectados.  Como siempre el mismo aspecto puede verse en positivo, como lo hacía unlibro reciente, que relacionaba la hiperconectividad  con la adaptación de las generaciones de los Millenial al mundo del trabajo de generaciones anteriores.  Las nuevas generaciones, distintas de sus actuales jefes de generaciones X o Y (más impulsivas, necesitadas de gratificaciones inmediatas), no distinguen de forma tan clara tiempos de trabajo y ocio, ofreciendo ventajas a sus empleadores.
Esto último también puede ser un problema, provocando que en algunos países, como Francia, Alemania, etc. se estén prohibiendo desde la legislación laboral cosas como la revisión del correo electrónico (hablo del tema mañana por la noche en Cadena SER). Me parece absurdo esto último pero tengo claro que es una asignatura pendiente, una nueva competencia para el ciudadano del S. XXI la educación de la desconexión.


2. Memoria, atención, también limitadas.
Hemos tratado antes este aspecto pero lo destacamos de nuevo por su importancia. Está claro que nuestra memoria enciclopédica, de almacenamiento de datos, está cambiando cuando podemos cumplir esas funciones a través de dispositivos electrónicos. Somos cyborgs sin posible vuelta atrás en ese aspecto, no solo desde la aparición de internet sino desde la invención de la escritura. Se cuenta que Sócrates ya dijo a Platón en su momento que tenía sus dudas acerca de que la escritura fuese buena para preservar las capacidades humanas: íbamos a perder memoria si escribíamos lo que antes almacenábamos en nuestros cerebros.
Se ve favorecida, sin embargo, la memoria de trabajo, aquella que con todos los datos almacenados dentro y fuera de nuestros cerebros, opera con ellos para resolver o crear cuestiones. Creatividad, innovación, derivan de esta y empiezan a diferenciar a las nuevas generaciones de las anteriores de una forma drástica. Tenemos ahora, más que en ningún otro momento en la historia, la capacidad de reinventarnos a nosotros mismos y al mundo, no tanto a imagen y semejanza de nuestros predecesores sino a partir de nuevas formas de creatividad.
También la atención se ha visto afectada, con internet reduciendo los intervalos en los que somos capaces de mantenerla. Leer libros durante largos periodos de tiempo ha dejado de ser la norma para dar lugar a lecturas en diagonal que intentan extraer lo esencial, perdiendo en profundidad y reflexión acerca de lo que se lee. Dedicamos un punto completo a este aspecto pero quiero recordar aquí que parece que la falta de concentración, sobre todo en multitarea, la dificultad en concentrarnos cuando cambiamos de una tarea a otra, parece ser una deficiencia de adultos. Los jóvenes, si bien no prestan atención durante demasiado tiempo a ninguna actividad de las muchas que suelen llevar entre manos a la vez, sí son capaces de hacer el “switch”, el cambio de atención desde una a otra cuestión, de forma más rápida y efectiva que los no alfabetizados en el mundo digital.

3. Leemos distinto: preservando las 2 formas de leer.
La lectura en diagonal resulta adaptativa en momentos de sobrecarga informativa, compitiendo con las formas tradicionales, indudablemente más profundas. Nos lo explica Maryanne Wolf, autora del libro  “Proust and the Squid: The Story and Science of the Reading Brain”:  La lectura tradicional (slow reading), lo tiene complicado en el reino del individuo conectado, así que tendremos que adoptar estrategias especiales si queremos conservarla.
No va a ocurrir de forma automática. Nuestros cerebros, de hecho, no están especialmente diseñados para la lectura. No existen orígenes genéticos de la lectura como sí parecemos tenerlos para la visión o el lenguaje. Debemos considerarla una tecnología, una invención humana desde los jeroglíficos egipcios al alfabeto fenicio, pasando por Gutenberg y la imprenta o la actual digitalización.
Nuestros cerebros se adaptaron en su momento a la lectura lineal, apoyada en la localización física de los conceptos que proporcionaban papiros, libros, etc. Esto último se considera todavía, de hecho, una ventaja del papel sobre el e-book. Pero en Internet el tema cambia,  la lectura se convierte en no-lineal (escaneo rápido, búsqueda de palabras clave, lectura en diagonal, etc.), afectando a la forma en que consumimos cualquier tipo de medio.
Parece, además, que no somos demasiado conscientes de ello. Un estudio de 2012 con jóvenes demostraba que la comprensión de textos ante una pantalla o ante el papel cambia y aunque creemos que somos mejores cuando leemos ante una pantalla bajo presión temporal, no es así, resultando el papel objetivamente mejor.
En fin… no estamos diciendo que debamos limitar la lectura digital sino, como decíamos al principio del artículo, que las dos formas de lectura pueden ser complementarias y adaptativas para distintas situaciones.   Apostar por la lectura bimodal, reaprender a leer “lento”, comenta Wolf, en la línea de entrenar la desconexión que también preconizamos aquí, resulta una prioridad importante hoy.
   

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Dolors Reig

Wednesday, May 14, 2014

Terapia es responsabilidad y empoderamiento


20140414ResponsabilidadEmpoderamiento
Este artículo es la continuación del post inicial del blog ¿Qué es terapia?
Ramón empezó terapia hace pocas semanas. Tiene cuarenta y ocho años y perdió su trabajo como responsable de almacén hace un año y medio. Durante los primeros seis meses estuvo buscando trabajo muy activamente. Después progresivamente fue abandonando la búsqueda de empleo  y a sentirse cada vez más deprimido. Su mujer acudió con él a la primera visita y comentó que a pesar de que la pérdida del trabajo de Ramón no suponía una situación de premura económica para la familia, él se estaba volviendo cada vez más taciturno y que pasaba los días ante el televisor sin hacer nada. Ramón acude solo a la siguiente visita. Habla en un tono de voz muy bajo y sin levantar la mirada. El terapeuta le pide permiso para acercarse  y cogiéndolo suavemente por el mentón hace que Ramón alce sus ojos.
-          No puedo mirarte.
-          ¿Y eso?
-          Porque me avergüenza, porque estoy aquí lloriqueando y pensarás que soy un mierda.
-          No pienso que seas un mierda. Pienso que debes estar sufriendo muchísimo y sin embargo estás hoy aquí.
Las personas somos agentes activos de nuestras vidas, hacemos elecciones continuamente. Curiosamente,  muchas  veces lo olvidamos. Nos sentimos desamparados, como objetos a merced del destino. Creemos que la vida que hemos llevado nos condiciona y nos sentimos prisioneros de nuestra historia. Decimos no puedo, cuando deberíamos decir no quiero. O ni siquiera sabemos si queremos o no porque no podemos sentir nuestro deseo, no nos damos cuenta de que aún podemos elegir.
Empoderar significa recordarle a alguien la fuerza que tiene.  La fuerza no es algo que el terapeuta se inventa, no son palabras amables, muchas veces es todo lo contrario, es decir al paciente “eso que haces con tu vida y que no te gusta, lo estás haciendo tú, es tu responsabilidad”. El terapeuta del ejemplo empodera al paciente simplemente reconociendo su sufrimiento y recordándole que a pesar de ese sufrimiento ha sido capaz de hacer una elección.
Existen muchos ejemplos de falso empoderamiento: cuando un terapeuta le dice a su paciente sólo lo que quiere oír, no lo empodera, lo engaña de la misma forma que él se engaña a sí mismo. Cuando responde a una demanda con una fórmula o un consejo no lo empodera, le está diciendo tú no puedes hacerte cargo de tu vida, haz lo que yo te diga y todo irá bien. Cuando distingue entre pensamientos positivos y negativos, reforzando y apoyando sólo una parte de lo que el paciente le dice, eso tampoco es empoderamiento, es poner al paciente en guerra consigo mismo. Hacer terapia es aprender que todo lo que nos pasa es responsabilidad nuestra,  es aprender a aceptar y amar lo que uno es y encontrar la esperanza de cambiar  lo que nos duele.

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psicoterapiacotidiana

Tuesday, May 13, 2014

El trastorno bipolar


https://www.dropbox.com/s/yi6d81dupzqawtx/PGP%20TrastornoBipolarLD.pdf
Forumclínic es una iniciativa realizada por profesionales e instituciones sanitarias con el objetivo de proporcionar información útil a los pacientes. En la siguiente guía, accesible al paciente y su familia, con el fin de mejorar su conocimiento de la enfermedad, se abordará: lo que es el trastorno bipolar, tipos, causas, diagnóstico y evolución, además de los avances en la investigación, las bases del tratamiento y psicoeducación. ¡Esperamos que te sea de utilidad!
Autores:       Benabarre, A; [et. al.]
Editores:      Fundación BBVA y Fundació Clínic per a Recerca Biomèdica 

Monday, May 12, 2014

Creencias erróneas sobre las relaciones de pareja

Este es un listado sobre algunos mitos o creencias erróneas sobre las relaciones de pareja. El mantener estos mitos como verdades universales puede causar muchos problemas e insatisfacción.

1. El romanticismo favorece la duración y felicidad de la relación. La relación de pareja no sólo se nutre de romanticismo, primero porque no se puede ser romántico todos los días y segundo porque el romanticismo está unido a la idea de ser y estar siempre apasionado, cosa imposible en una convivencia.

2. Si es amor verdadero se sabrá desde el primer encuentro. La verdad es que la mayoría de las personas toman algo más de tiempo para conocer a la pareja y saber que es con quien deseamos pasar una gran parte de la vida.


3. Si no siento celos, es que no amo de verdad a mi pareja. Los celos indican percepción de amenaza, percibes que podrías perder o tener que compartir con otra persona a un referente emocional que está contigo en este momento. Una relación en la que la pareja se siente segura el uno del otro no tiene porqué dejar espacio a los celos.

4. Si estás enamorado, no puedes sentirte atraído por otras personas. El amor no atrofia la capacidad de atracción por otras personas. Es natural sentirse atraído por otras personas y esto no significa que se ame menos a la pareja. Para muchas personas la fidelidad suele considerarse como una prueba más de amor ya que a pesar de que te gusten otras personas, mantienes el acuerdo de exclusividad alcanzado en la relación.

5. Si de verdad me ama no necesita salir ni estar con nadie más. Es cierto que dos enamorados desean pasar gran parte del tiempo juntos, pero también es necesario que cada uno tenga su propio espacio.

6. El amor se mantiene inalterable con el tiempo. Es un mito que hay que desterrar. Es muy probable que el amor se mantenga con la misma intensidad que tuvo en el inicio de la relación, pero para que ocurra hay que construirlo y “alimentarlo”.

7. Amar significa adivinar lo que el otro quiere y necesita. La adivinación de pensamiento no existe. Eso de pensar que por amor el otro va hacer y cubrir todas mis expectativas funciona en contra de la pareja. La persona que piensa esto no se expresa y sólo espera con grandes expectativas que el otro le responda cómo ella quiere.

8. Si el amor es verdadero, el sexo será siempre maravilloso. Según esta falsa idea, cuando llega el amor, trae bajo el brazo un avanzado manual sobre las mejores y más placenteras técnicas sexuales. La persona no puede saber de manera espontánea lo que le gusta y disgusta al otro. Esto sólo se logrará con el tiempo y una buena comunicación.

9. El “buen” sexo contribuye a la relación en pareja. Los tiempos de sexualidad de varón y mujer son diferentes y no siempre se encuentran. La sexualidad sólo es un área de la relación: si funciona mal no significa que la pareja funcione mal (o viceversa). En este caso hay que resolver los problemas sexuales para que ese aspecto mejore. Tampoco es correcto pensar que los problemas de convivencia se pueden resolver a través del sexo.

10. Mejor contar todo. El “sincericidio” (como han llamado algunos especialistas al hecho de que un miembro de la pareja cuente todo lo que hace, siente o piensa) es un mito. Existen sectores de la intimidad del ser humano que es bueno preservar. Además, hay cosas que una persona siente y que si las dice puede herir al otro. Lo primordial es pensar antes de hablar, ya sea para no causar daño o porque realmente lo que se piensa decir no va a ayudar al crecimiento de la pareja.

11. La convivencia prematrimonial asegura un matrimonio más satisfactorio y duradero. Esto representa un mito pues no da una seguridad del 100 por ciento. En algunos casos funciona y en otros no. A veces se puede tener una convivencia “feliz” en este período, pero cuando se legaliza la unión pueden comenzar los conflictos de pareja.

12. Los problemas de pareja durante el noviazgo se terminan cuando los novios conviven o se casan. Este es un mito basado en la creencia de que durante la convivencia se va a lograr “cambiar” al otro. Es un gran error, porque nadie tiene que cambiar a nadie. En realidad, para que una pareja funcione lo básico es respetar al otro tal como es y poder llegar a negociaciones para adaptarse a las diferencias que incomodan.

13. Casarse ante la ley es asumir con mayor compromiso la relación de pareja. Esto funciona de acuerdo con cada pareja. Hoy, según algunas estadísticas, funciona mejor no firmar papeles, pero depende de otras circunstancias que no tienen nada que ver con la seriedad o el compromiso. El firmar o no papeles no es garantía de que la convivencia funcione.

14. Contigo, pan y cebolla. Una de las causas principales del divorcio tiene que ver con lo económico. Hoy el tema pasa a ser algo muy importante, sobre todo cuando hay que tomar grandes decisiones respecto a este asunto. Generalmente hoy las parejas entran en conflicto cuando en momentos de crisis económica aparecen cuestionamientos sobre quién aporta más dinero o quién despilfarra más.

15. La llegada de los hijos resuelve los problemas de la pareja. Si una pareja tiene problemas de convivencia, los mismos persistirán a pesar de la felicidad que ocasiona el nacimiento de los hijos. Además, es injusto hacer que los chicos carguen con semejante misión. Lo primordial es tratar de resolver los problemas antes de la llegada de los hijos; de no ser así, ya no sólo serán dos los que sufran a causa de una convivencia conflictiva.






Autor del post: 

noreply@blogger.com (Elia Bernabeu)

Saturday, May 10, 2014

Leyes de la espiritualidad

LEYES DE LA ESPIRITUALIDAD

imagen wapa
  
  
La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta".
Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado".



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teresa@psicologiaonlineweb.com (TERESA)

Friday, May 9, 2014

La agresión, motor de la evolución humana y el canibalismo, práctica común

La evolución humana ha sido posible por múltiples causas que incluyen el lenguaje y la cultura. Pero la agresión y el conflicto ayudan a explicar el rápido desarrollo de nuestras capacidades. Paralelamente, los casos de documentado canibalismo aumentan.
Los restos humanos encontrados en la cueva de Gough en Inglaterra son muy elocuentes. Hace 14.000 años (ayer como quien dice) los humanos se comían a sus congéneres en unas sofisticadas prácticas. Anteriormente se habían encontrado huesos humanos entre huesos animales que indicaban que ambos eran plato común en la dieta de otros humanos. En Inglaterra, los signos son más evidentes. Los comensales usaban piedras para filetear la carne de sus víctimas y machacaban los huesos para obtener el tuétano de su interior. Pero más revelador aún, los huesos contenían marcas de dientes lo que no ofrece duda sobre el final de los muertos.
Sin embargo, los cráneos estaban en buen estado con evidencia de haber sido vaciados de su contenido. Todo indica que el destino de los cráneos era fabricar copas para beber. De este modo el canibalismo no solo era una práctica alimentaria sino sobre todo ritual. Un rito y unas creencias que desconocemos.
Otra publicación reciente habla de la práctica de comernos a nuestros congéneres. Esta vez es en el rico yacimiento de Atapuerca. El Homo antecessor, que habitó en la Gran Dolina, Burgos, España, vivió hace mucho más tiempo, 800.000 años y se cree que pudo ser precursor de los neandertales.
Entre los restos encontrados hay huesos de 11 individuos de corta edad mezclados con huesos de otros animales. Los investigadores comparan el canibalismo de Homo antecessor con la conducta actual de los chimpancés que en determinadas ocasiones se comen a sus congéneres.
Utilizamos una analogía con la conducta de estas primates para proponer que los homínidos de TD6 llevaban a cabo ataques de bajo riesgo sobre miembros de otros grupos para defender el acceso a los recursos dentro de los propios territorios y tratar de ampliar estos espacios en detrimento de los grupos vecinos
Pero en aquellos tiempos despreciar el cuerpo de un tierno humano era una mala idea. Mejor comérselo. De modo que por guerra, ritual o hambre, comernos a nuestros semejantes ha sido práctica común en nuestra corta historia.
Lo de corta tiene sentido porque es imposible encontrar una evolución más rápida que la humana. Nos separamos de la línea evolutiva de los chimpancés hace 5 millones de años. Lucy, el famoso fósil de Etiopía vivió hace 3 millones de años. La diferencia básica y por la que se la considera precursora del hombre es que andaba sobre dos piernas, pero su cerebro era equivalente a los chimpancés, medio litro. Desde entonces el cerebro se ha multiplicado por tres hasta alcanzar el volumen actual de 1,5 litros.
Muchos elementos han contribuido a la evolución humana. Bajar de los árboles, llevar una vida en grupo, el pulgar oponible, la bipedestación, el lenguaje y la cultura. Pero la agresión parece ocupar un papel esencial. No en vano todos nuestros antecesores han desaparecido.
En épocas de bonanza la población se extendía. Cuando llegaban los malos tiempos, las poblaciones se fragmentaban quedando reducidas a pequeños grupos. Estos grupos evolucionaban genéticamente por separado. Cuando llegaban de nuevo los buenos tiempos, las poblaciones, antes separadas, volvían a juntarse. Y al ocupar espacios próximos, se peleaban y hacían desaparecer a los que en ese periodo habían evolucionado menos. Así durante tres millones de años acelerando la evolución.
La cultura ha sido un motor fundamental en nuestra evolución, pero posiblemente también la agresión y el conflicto. Y si estás hambriento, ¿quién puede rechazar un manjar bien servido aunque se trate de un primo tuyo?
  

Autor del post: 

noreply@blogger.com (Antonio Orbe)

Thursday, May 8, 2014

Piensa como quieres vivir tu vida, porque pasa rápido...

Piensa como quieres vivir tu vida, porque pasa rápido; y lo único que te espera, si tienes suerte, es llegar a anciano; de esto último, es de las pocas cosas de las que estoy seguro...
...vive conociendo personas, y además de conocerlas, intenta llegar a sentirlas.
Cuando viajo, siento lágrimas que brotan de mi ser...
...unas, de alegría, al conocer personas tan maravillosas; otras, bañadas en pena, por tener que despedirme de ellas.
La felicidad no se compra, no aparece o desaparece, no es magia; la felicidad se construye con cada momento que en tu vida disfrutas; con cada recuerdo alegre que creas, para luego evocar, generando mas bienestar al recordarlo; día a día, momento a momento; se construye con cada persona que conoces y que pasa a formar parte de tus sentimientos, de tus emociones; con cada esperanza lograda, con cada sueño cumplido, con cada persona amada, con cada momento vivido...
...la felicidad es el camino que transitas mientras estás vivo.
"Todo lo que crees que te pasa, no es más que una recreación subjetiva de lo que sucede."

"Podría ser lo que quisiera, pero soy quien quiero ser."

Autor del post: 

noreply@blogger.com (charlie50mas)


Wednesday, May 7, 2014

Depresión y Tristeza

20140414Depresión y tristeza
Marta ha roto con su pareja hace cinco meses.  Llevaban siete años juntos, fue ella la que tomó la decisión de romper la relación a raíz de una infidelidad de él. Al principio se sentía enfadada y decepcionada con su ex pareja, pero desde que se mudó del piso y vive sola se siente particularmente triste y angustiada ante la necesidad de reconstruir su vida. Aún sufre ataques de llanto ocasionales y aunque sigue yendo a trabajar con frecuencia siente que le cuesta estar a la altura de su ritmo habitual de vida: le cuesta dormir, se levanta cansada y se despista a menudo en el trabajo. Un día, Marta decide consultar con su médico de cabecera por un dolor de cabeza persistente. Cuando este le pregunta si existe algún factor de estrés actual en su vida, ella no puede evitar que se le escapen algunas lágrimas y le cuenta por lo que está pasando. Su médico no puede perder mucho tiempo hablando con ella pero le dice que le parece que está un poco deprimida y le extiende una receta de antidepresivos que afirma que la ayudarán a salir del paso.
La vida es dolorosa casi en la misma proporción en que es alegre o hermosa. Las pérdidas, los duelos, las frustraciones hacen que sintamos dolor y nos pongamos tristes.  Sentir  tristeza es una consecuencia  natural del hecho de estar vivos. Hasta aquí parece que estoy contando una obviedad, pero en la práctica cotidiana de muchos médicos y para muchos de sus pacientes eso no está tan claro.
Sentir tristeza forma parte de la vida, pero también es uno de los principales síntomas de depresión.  Hay cosas que no ayudan a que en la práctica se distinga con facilidad un sentimiento normal de tristeza de una depresión: Por un lado, vivimos en una sociedad fóbica al dolor y encadenada a una imagen idealizada del triunfo, no queremos estar tristes porque otorgamos connotaciones negativas a la tristeza asociándola con el fracaso y la debilidad. Esta fobia actual al dolor encaja con la mercantilización de la salud mental. Los fármacos antidepresivos encuentran así un nicho de mercado claro. Por otro, los términos psicológicos y psiquiátricos han adquirido tal nivel de popularidad que la sociedad los ha adoptado muchas veces atribuyéndoles un significado incorrecto: ya no estamos tristes, ahora estamos deprimidos.
¿Cuáles son los riesgos de confundir depresión y tristeza? Cuando un clínico (uso esta palabra para referirme a la vez a psiquiatras y a psicólogos) le dice a alguien que está deprimido, lo está diagnosticando. Los diagnósticos son inicialmente más cómodos tanto para el clínico como para el paciente. El clínico cree que sabe lo que le pasa a la persona que tiene enfrente y la persona que ha venido buscando una explicación cree que por fin sabe que le ocurre. El riesgo es que los diagnósticos desresponsabilizan al paciente. Ya no se trata de su vida y su dolor, sino de algo que le ha sobrevenido. Una desgracia ajena a sí mismo, como un defecto congénito que no puede tratarse sino con medicación. ¿Significa eso que no crea en los diagnósticos en ningún caso? No, lo explico mejor en este post (vínculo)
¿Cómo puedo diferenciar entonces una depresión de un episodio de tristeza? Desgraciadamente todos los criterios  son relativos. Frecuentemente para diagnosticar una depresión, los clínicos se guían por la duración de la alteración del estado de ánimo y miran si incluye otros síntomas como alteraciones del sueño o de la ingesta, falta de deseo de hacer cosas, falta de energía, sentimientos de culpa o ideas de suicidio, entre otros. En casos de duelo o de crisis vitales eso no es definitorio,  pero es necesario para que los profesionales podamos argumentar un diagnóstico en base a razones objetivas.
La presencia o no de una causa cercana como una separación o un duelo sería de hecho otro argumento que inclinaría la balanza del lado de la tristeza. Habitualmente, no existen causas claras y cercanas para la depresión. No obstante, una persona podría deprimirse como consecuencia de un duelo complicado por una pérdida o por una separación (enlace a post), en este caso muchas veces la evitación inconsciente de los sentimientos dolorosos en un primer momento termina en una cronificación de la tristeza.
¿Marta está deprimida? Según como interpretemos los criterios del manual de diagnóstico sí lo está. Según mi criterio, no lo creo. Creo que Marta se encuentra en un territorio sombrío, en un momento de la vida en que sin tratarse de una enfermedad mental, el dolor por su separación puede llegar a ser extremo. En el caso que comento no creo que esté indicada la prescripción de medicación, sin embargo sí creo que podría beneficiarse de un acompañamiento terapéutico que la ayudaría a transitar el dolor por la separación y rehacer su vida.   Presumiblemente la medicación ayudaría a Marta a aminorar algunos de sus síntomas: insomnio, llanto, fatiga, etc. Sin embargo, paradójicamente dificultará la elaboración de su dolor. Cuando hablo de la elaboración de las emociones de Marta, me refiero a que las emociones cumplen una función: o bien cambiar las circunstancias externas que causan la emoción, o bien cambiar la percepción interna que tenemos de esas circunstancias. Sentir las emociones es la única forma en que estas pueden cumplir su función. Un acompañamiento terapéutico implica una relación de apoyo donde el paciente puede dejarse sentir lo que le ocurre sin temor a sentirse sobrepasado y otorgar un significado a su experiencia.


Autor del post: 

psicoterapiacotidiana

Tuesday, May 6, 2014

YOGA


yoga
Llevo mucho tiempo practicando Yoga. Ya casi ni me acuerdo, puede que haga 20 años. ¡Me podría haber hecho profesora! Las temporadas en que no he acudido a clases, mi cuerpo y mi mente se han resentido y me han pedido la vuelta a gritos.
El Yoga es una práctica milenaria que esconde una gran sabiduría. 3.500 años atrás los miembros de la cultura Harrappan se sentaban en posición de loto a meditar. A lo largo de todo este tiempo la práctica ha ido evolucionando y se ha dividido en múltiples escuelas, pero la esencia es la misma. Yoga significa literalmente Unión. Y lo que busca es precisamente eso, unir mente, cuerpo y espíritu. Unión con el resto de personas que practicaron y practican Yoga, con el Absoluto.
A menudo la gente se acerca a la práctica de yoga buscando tener un cuerpo más fuerte, flexible y en forma pero son muchos más los beneficios que aporta.
  • Libera tensión que el estrés genera en el cuerpo.
  • Flexibiliza la columna y moviliza articulaciones para combatir contracturas y malas posturas.
  • Revitaliza el organismo
  • Equilibra el sistema nervioso
  • Desarrolla la concentración en el momento presente
  • Ayuda a relajarnos
En una sesión de Yoga se suelen hacer 3 tipos de ejercicios:
  1. Asanas: ejercicios corporales
  2. Pranayamas: ejercicios de respiración
  3. Ejercicios de relajación.
A mi  me equilibra por dentro, me pausa, me  reconcilia conmigo y con mi cuerpo.
Practicar Yoga me regala un espacio de quietud y de atención plena al presente. Todos estos años el Yoga me ha ayudado a conocerme mejor, a querer, escuchar y respetar mi cuerpo.
No es una disciplina competitiva, es respetuosa con los límites de cada uno. Los ejercicios y diferentes posturas que se trabajan te permiten vivir un momento armonioso y equilibrado. El cuerpo se vuelve flexible, las articulaciones se engrasan y los órganos internos se esponjan. Me acerca un poco más a mi ser interno y me carga las pilas. Paradójicamente, me serena y llena de energía al mismo tiempo.
Busca tu espacio de calma, de silencio, de vuelta a cuerpo. Encuentra tu práctica preferida: deporte, meditación, paseo, contemplación de la naturaleza.

Monday, May 5, 2014

¿POR QUÉ LOS NIÑOS IMITAN A LOS ADULTOS?


Terapia Gestalt Valencia, Clotilde Sarrió¡Como sois los mayores! A veces no comprendéis nada y a los niños nos resulta aburrido explicaros cosas que son sencillas. Por ejemplo, tenéis que entender que imitar a mamá cuando se pinta o a papá cuando se afeita, es sólo un juego.

Introducción

Cuan cierta es la afirmación de que el comportamiento de los niños es un reflejo del comportamiento de los adultos. Y cuan cierto es también lo indulgentes que les toca ser a los pequeños cuando los adultos los cuestionan y reprenden, por ejemplo, al cometer alguna travesura imitando el comportamiento de sus mayores.
¿Qué es la imitación? ¿Por son tan proclives los niños a imitar a sus mayores y sobre todo a sus padres? ¿Por qué son tan importantes las consecuencias de este mimetismo en la educación y el sano desarrollo del niño?

Los niños son esponjas y los adultos espejos

Consideremos que los niños son como esponjas siempre dispuestas a aprehender toda la información les sea posible, cuanta más mejor. El desarrollo cognitivo es un proceso mediante el cual el cerebro absorbe y procesa la información que al niño le llega de afuera y a la que le confiere un “significado”. El cerebro de un bebé “da significado” a esa información gracias la interacción con las personas que tiene más cerca su entorno, (fundamentalmente padres, hermanos), iniciándose así una serie de experiencias que dan lugar a un aprendizaje en el que la imitación jugará un importante papel, al ofrecer infinitas oportunidades para adquirir y perfeccionar nuevas habilidades. Pero aun hay algo más importante, pues también la imitación actúa como base para el desarrollo de laempatía, entendiendo como tal la capacidad de experimentar en si mismo lo que otra persona siente.
Es un hecho que los infantes de diversas, distintas y distantes culturas muestran la misma habilidad para imitar ya que la capacidad para la imitación no se adquiere o aprende sino es algo con lo que se nace por ir impreso en el código genético independientemente de cual sea la etnias o culturas del bebé.
Desde el punto de vista neurofisiológico, podemos comprender la importante es la imitación si consideramos que cuando un bebé ejecuta algo tan sencillo y frecuente como sacar la lengua imitando al adulto que tiene frente a él, se produce la activación de la misma área del cerebro que, en etapas ulteriores, permitirá el desarrollo de la empatía.

¿Por qué es importante la imitación?

Terapia Gestalt Valencia - Clotilde Sarrió
La importancia de la imitación radica en que ayuda a que los niños aprendan.
Ya en las mas tempranas edades, los niños son proclives a imitar el comportamiento de sus padres y/o proveedores de cuidados, de tal modo que todo lo que hagan (o dejen de hacer) esos adultos, se convertirá en lecciones que dejarán improntas en el desarrollo de la mente en la que los niños tienden a almacenar tanto las imágenes positivas como las negativas que son capaces de imitar y poner en práctica posteriormente
Según el efecto esponja antes mencionado, los niños tienden a convertirse en un reflejo mimético de la sociedad a la que pertenecen, un reflejo que estará condicionado por las tendencias que perciban en el ámbito familiar, el escolar y cualquier otro que constituya su marco de relación.
Todo aquello que suponga el contacto con un ser humano que se encuentre en el entorno cotidiano del niño, podrá ser fijado por éste. Evidentemente, quienes más tiempo compartan con él niño, serán quienes más influyan en sus posibles conductas futuras.
Exponiéndolo de un modo intencionadamente simplista, podríamos enumerar tres fases en este proceso: la primera sería la de fijación,  la segunda la de imitación (o mímica) y ya por último, en la tercera, se instaurará (o se adquirirá) un determinado patrón de conducta.

¿Qué pueden hacer el adulto para que el moldeado del niño sea saludable?

Si bien es cierto que hay un condicionante genético que predispone e influye en cual será su conducta y forma de ser, es importante considerar que el niño pasará una gran parte de sus primeros años de vida imitando a sus padres en aspectos como los gestos, entonación, léxico, conducta… de tal modo ciertas campañas de educación infantil del estilo “si tu lees, ellos leerán” adquieren credibilidad desde una perspectiva psicológica y neurológica y son válidas desde el punto de vista socio-educativo.
Ni que decir tiene que si el comportamiento de los padres (y los mayores en general íntimamente ligados al infante) es socialmente reprobable, probablemente también lo serán muchas de las habilidades que el niño aprenda de ellos por imitación.

Conclusiones

Los padres –y los adultos responsables del infante– deben ser siempre conscientes de que su comportamiento y sus actitudes serán decisivas en el modelamiento  del  futuro comportamiento y las expectativas del menor.
Si es nuestro afán que un niño adquiera hábitos saludables, deberemos practicarlos ante él (por ejemplo, procurar que nos vea leyendo con frecuencia si deseamos incrementar las posibilidades de que acabe siendo un buen lector) y tener en cuenta que nuestras reglas éticas y sociales, muy  probablemente serán las que de mayor definan su propio comportamiento.
El cómo somos como padres, educadores y en general el cómo nos comportamos como adultos es el espejo que reflejará el cómo se comportarán y serán quienes educamos y formamos.
Pensemos que criar y educar es una inversión a muy largo lazo, que imitar es jugar y que los juegos son aprendizajes que se potencia si la enseñanza se sustente en el refuerzo mas que en el castigo
Autores:
Clotilde Sarrió 
Terapia Gestalt Valencia
Dr. Alberto Soler Montagud
Psiquiatría Privada
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Este artículo, pertenece a  Clotilde Sarrió Arnandis  y se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España .

Autor del post: 

Clotilde Sarrió