VOY A TENER UN HERMANITO
Tener un segundo hijo supone un cambio para toda la familia. Normalmente los padres vivirán este embarazo más tranquilos, ya tienen experiencia y saben cómo trascurrirán las cosas.
Desde que saben la noticia, los padres suelen hacerse muchas preguntas: “¿Sentiremos lo mismo por los dos? ¿Cómo se llevaran entre ellos?, ¿Cómo le damos la noticia al mayor?, ¿Se lo decimos enseguida o esperamos un poco?”, ¿Sentirá celos el mayor?...
También intuirán que si ya es difícil a veces organizarse con un hijo, con dos, las cosas se complicarán, el trabajo, los horarios, los gastos…, todos necesitarán su tiempo para ir integrando los cambios.
Una de las dudas más frecuentes para los padres es cuánto tiempo es el ideal entre un hijo y otro, que se lleven más o menos tiempo tendrá una serie de ventajas e inconvenientes para todos.
Cuando los hermanos se llevan menos de 2 años de diferencia los padres se encuentran con dos niños muy dependientes ya que los dos necesitan muchos cuidados todavía, esto hará que los padres se sientan muy exigidos tanto física como emocionalmente, pudiendo presionar al mayor a madurar rápidamente. Si por el contrario la diferencia es muy grande, más de 7 u 8 años la rivalidad entre los hermanos será menos frecuente, pero podrán compartir menos actividades juntos.
Un buen momento podría ser cuando veamos que nuestro hijo mayor es cada vez más independiente: ha dejado el pañal, duerme toda la noche, intenta comer y vestirse solo etc. Esto hará que los padres no se sientan tan demandados y que al niño le sea más fácil entender que sus papas no podrán estar disponibles tanto tiempo como antes.
En los meses de embarazo, podemos ir haciendo partícipe al niño de todo el proceso, de esta manera el niño podrá prever lo que va a pasar y se sentirá implicado, puede por ejemplo acompañar a sus padres a ver a su hermano en las ecografías, ayudar a preparar la habitación del bebé etc.
Será muy frecuente que el niño haga preguntas durante y después del embarazo “¿Cómo llega el bebé a la tripa de mamá?, ¿Por dónde saldrá? ¿Cómo se hacen los bebés?”. Es importante responder siempre a las preguntas de nuestros hijos adecuando las respuestas a la edad del niño y sin adelantarse a sus intereses. Podemos leer con él algún cuento en relación al nacimiento y se le explicará que el padre y la madre cumplen una función importante en la concepción, el padre aportando el espermatozoide y la madre el óvulo, de cuya unión crecerá un bebé dentro del útero de la madre y que allí permanecerá 9 meses.
El primer encuentro entre los hermanos suele ser un momento muy emotivo para los padres que por primera vez ven a sus dos hijos juntos. Será de gran ayuda para el hermano mayor contarle como trascurrirán las cosas, eso le hará sentir más tranquilo y seguro. Ha de saber que mamá estará varios días en el hospital, si el padre acompaña a la madre en el parto, los papas buscaran alguien de confianza y explicarán al niño con quien estará mientras tanto.
El día que nazca el hermanito le podemos llevar a conocerlo aunque será más fácil para él no encontrarse a su hermano en brazos de mamá, esto le facilitará el primer acercamiento.
Cuando el nuevo bebé ya está en casa, los padres se sentirán más tranquilos que con su primer hijo, ya saben a lo que se enfrentan aunque ahora tendrán menos tiempo y energía. Antes, cuando solo tenían un hijo, podían descansar un rato mientras el niño dormía o turnarse entre ellos, ahora esto será más complicado, si los papas tienen familiares cerca serán ahora de gran ayuda para quedarse a ratos con alguno de los niños para que ellos puedan descansar.
Otra preocupación que tienen los padres son los celos del primogénito, aunque este sentimiento es normal los padres suelen vivirlo con inquietud ya que les preocupa que la relación entre hermanos se estropee.
El niño mayor tenía antes a sus papas todo el tiempo para él y ahora tiene que empezar a compartirlos ¿Cómo no va a estar celoso entonces? En algunos pequeños pueden aparecer conductas regresivas que ya estaban superadas (vuelve a hacerse pis, vuelve a llorar cuando le dejamos en el cole etc.), será su manera de expresar lo confuso que se siente y mientras esto no se prolonguen en el tiempo los papas no han de alarmarse.
Los sentimientos del mayor hacia el bebé pueden ser ambivalentes, de cariño y de hostilidad, los padres y los adultos cercanos pueden hacer mucho por ayudar al niño ante tantas sensaciones nuevas:
Empatizando con él, es un cambio importante, ha de pasar un tiempo para que todos integren al nuevo miembro en la familia, podemos ayudarle poniendo en palabras sus sentimientos y trasmitiéndole que aunque ahora mamá y papá tengan menos tiempo, tienen amor suficiente para los dos.
Será importante dejarle participar en los cuidados de su hermano, puede ayudar a sus papas en el baño, se le puede pedir consejo sobre que juguete comprar al bebé, que música ponerle etc. También se pueden ver fotos y videos de cuando él nació, para que vea que con él se hizo lo mismo que sus papas hacen ahora con el bebé.
Como es un momento delicado, hemos de tratar que haya los menos cambios posibles en sus rutinas, no le saquemos de la cuna o de su habitación justo cuando llega su hermano.
Algo que puede suavizar muchos momentos de tensión es reservar espacios de tiempo a solas con el mayor, explicándole p ej.: “Ahora estoy bañando al bebé pero recuerda que luego tendremos nuestro rato juntos, solos tú y yo, podremos jugar a lo que tú quieras”. Estos ratos serán de gran ayuda para el niño que podrá tener a papá o mamá para él solo y también expresar cómo se siente.
Y aunque los celos aparecerán en muchos momentos, la relación entre hermanos hará que ambos adquieran valiosas cualidades: el pequeño tendrá al mejor profesor en su hermano mayor y los dos tendrán la oportunidad de practicar en casa muchas habilidades: compartir, aprender a esperar, negociar… que les servirán en todos los ámbitos de su vida.
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