En el acto de clausura del curso académico de 2013 en la Universidad de Syracusa, George Saunders (escritor norteamericano) centró su discurso en la necesidad de volver a los valores realmente importantes en la vida (la compasión, la ternura, la amabilidad) frente a la búsqueda desenfrenada del éxito.
¿De qué nos arrepentimos? Este profesor dice que no se arrepiente de algunas elecciones equivocadas en el trabajo, o de decisiones económicas. Se arrepiente de no haber sido más amable, más compasivo, más cálido con los demás. Porque al final, ¿qué es lo que recordamos vivamente en nuestra memoria? No son las cifras, ni los títulos o méritos sino los momentos emocionalmente intensos, las personas que nos han regalado su cariño, su calidez o momentos en que lo hemos sembrado nosotros. Recordamos los momentos en los que una persona se abrió frente a nosotros o compartió su sufrimiento y respondimos con calidez, o momentos en los que otros fueron compasivos y cariñosos con nosotros.
El ponente continúa, entonces ¿por qué no somos amables siempre? Creemos que somos superiores, que somos de otra casta y miramos por encima del hombro a los otros. Estamos preocupados por satisfacer nuestras necesidades y nos desconectamos del mundo exterior. Dejamos de estar atentos a los otros y nos perdemos los momentos verdaderos, los encuentros con el otro, el momento presente.
El autor habla de que podemos hacer muchas cosas en la vida: tener un gran trabajo, amasar una fortuna, viajar, gran éxito social, hacernos famosos... pero todo eso nos estará alejando de nuestro centro, el núcleo de nuestro ser, nuestra alma. Porque hay una parte secreta y llena de luz dentro de tí que siempre te acompañará. Estamos llamados a ser lo mejor de nosotros mismos.Y esa parte de tu ser hará que compartas con los demás lo más genuino que tienes dentro: la ternura, el cariño, la amabilidad.
A medida que nos vamos haciendo mayores, la tendencia natural nos va llevando a ser más compasivos y menos egoistas. El ansia de éxito, de triunfo profesional va disminuyendo para dejar paso a la compasión hacia los demás, compartir tu experiencia, asesorar a jóvenes... Ojalá, con el paso de los años tu ego vaya disminuyendo y tu capacidad de amar vaya aumentando.
¿Cómo practicar la amabilidad, la compasión? Habla de recursos que ya hemos comentado en anteriores artículos: practicar la meditación, la oración, la contemplación de obras de arte, de belleza, hablar con un amigo.
Si quereis ir a la fuente, aquí os dejo el link.
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