Una de las principales propuestas de innovación en las aulas se basa en relacionar los contenidos impartidos con la realidad de los estudiantes, y la metodología aprendizaje-servicio ofrece esto y mucho más… ¡Descúbrelo!¿Crees en una educación que logre que los estudiantes se sientan acogidos en un ambiente democrático de convivencia y que se preocupen por la comunidad a la que pertenecen, participando activamente en ella? ¡Nosotros también! Teóricos de la educación tan destacados como Josep Maria Puig o Roser Batlle apuestan por proyectos de aprendizaje-servicio para aprender valores desde la práctica, y para conseguir estrechar las relaciones entre escuela y comunidad.
El ApS o aprendizaje-servicio es una propuesta didáctica que consiste en la prestación de un servicio a la comunidad al mismo tiempo que se trabajan ciertas competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) de los estudiantes frente a una situación real.
De esta forma, se logra establecer una relación bidireccional entre la escuela y los colectivos, organizaciones y grupos que conforman la comunidad a la que pertenece. Los alumnos y alumnas adquieren conocimientos teóricos de las diferentes materias gracias a la aplicación de estos contenidos en proyectos que ayudan a su entorno más directo. Suena bien, ¿verdad?
Además, algunos autores han catalogado esta metodología como pedagogía de la experiencia, ya que gracias a trabajar conocimientos curriculares aplicándolos a la realidad, los estudiantes consiguen aprender de manera más significativa. Es por ello que cada vez más centros educativos de todo el mundo, como el Instituto Quatre Cantons que visitamos recientemente, empiezan a poner en práctica esta metodología.
¿Cómo aplicar la metodología de aprendizaje-servicio?
Evidentemente, un elemento básico es el contacto con entidades externas al centro educativo para llevar a cabo el proyecto en cuestión. Un museo, un centro de día de personas mayores, un grupo ecologista, una asociación vecinal… seguro que encuentras algún colectivo que trabaje directamente con algún tema relacionado con los contenidos vistos en clase. Además, gracias al ApS, las entidades tienen la oportunidad de dar a conocer sus proyectos y misión a la comunidad educativa del centro, aproximándose a familias y docentes.
Los pasos a seguir para aplicar la metodología aprendizaje-servicio son:
3 beneficios que aporta el ApS a los estudiantes
La metodología ApS es especialmente provechosa para los alumnos, que se benefician directamente de sus múltiples ventajas. Las más destacadas son:
Y tú, ¿has realizado alguna vez proyectos de aprendizaje-servicio en tu centro? ¡Comparte con nosotros tu experiencia!
El ApS o aprendizaje-servicio es una propuesta didáctica que consiste en la prestación de un servicio a la comunidad al mismo tiempo que se trabajan ciertas competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) de los estudiantes frente a una situación real.
De esta forma, se logra establecer una relación bidireccional entre la escuela y los colectivos, organizaciones y grupos que conforman la comunidad a la que pertenece. Los alumnos y alumnas adquieren conocimientos teóricos de las diferentes materias gracias a la aplicación de estos contenidos en proyectos que ayudan a su entorno más directo. Suena bien, ¿verdad?
Además, algunos autores han catalogado esta metodología como pedagogía de la experiencia, ya que gracias a trabajar conocimientos curriculares aplicándolos a la realidad, los estudiantes consiguen aprender de manera más significativa. Es por ello que cada vez más centros educativos de todo el mundo, como el Instituto Quatre Cantons que visitamos recientemente, empiezan a poner en práctica esta metodología.
¿Cómo aplicar la metodología de aprendizaje-servicio?
Evidentemente, un elemento básico es el contacto con entidades externas al centro educativo para llevar a cabo el proyecto en cuestión. Un museo, un centro de día de personas mayores, un grupo ecologista, una asociación vecinal… seguro que encuentras algún colectivo que trabaje directamente con algún tema relacionado con los contenidos vistos en clase. Además, gracias al ApS, las entidades tienen la oportunidad de dar a conocer sus proyectos y misión a la comunidad educativa del centro, aproximándose a familias y docentes.
Los pasos a seguir para aplicar la metodología aprendizaje-servicio son:
- Identificar una necesidad de la comunidad a la que es posible dar respuesta con los medios al alcance de los estudiantes.
- Diseñar un plan de acción y crear alianzas necesarias para dar respuesta a las necesidades detectadas.
- Ejecutar el proyecto.
- Evaluar el impacto causado, midiendo en el cambio generado en la comunidad, el aprendizaje, el desarrollo de competencias y la continuidad, entre otros.
- Celebrar y reconocer el trabajo, compartiendo las sensaciones y las emociones que suponen el ayudar a la comunidad y trabajar en lo colectivo.
3 beneficios que aporta el ApS a los estudiantes
La metodología ApS es especialmente provechosa para los alumnos, que se benefician directamente de sus múltiples ventajas. Las más destacadas son:
- Los conocimientos: Los aprendizajes más teóricos resultan más fáciles de asimilar y entender, ya que se aprende haciendo.
- La convivencia y las habilidades sociales: Los estudiantes incrementan muchas de sus capacidades, como la resolución de problemas o la capacidad de trabajar en equipo.
- Educación en valores: Se incorporan mediante la práctica muchos valores como la solidaridad, la generosidad, el respeto, la responsabilidad, etc.
Y tú, ¿has realizado alguna vez proyectos de aprendizaje-servicio en tu centro? ¡Comparte con nosotros tu experiencia!
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