PSICOLAX

"Cuando sabes verdaderamente quien eres, vives en una vibrante y permanente sensación de paz. Puedes llamarla alegría, porque la alegría es eso: una paz vibrante de vida."

Eckhart Tolle

Thursday, November 28, 2013

El efecto placebo

Uno de los fenómenos psicológico más llamativos es el llamado efecto placebo. Conocido por casi todos, puede definirse como el modo en que las expectativas positivas, conscientes o no, respecto a un tratamiento, aumentan la probabilidad de efectos positivos. Es decir, los resultados se producen, no por el tratamiento en sí, sino por el significado cultural (o, como también se le ha llamado, el “significado profundo”) que el tratamiento tiene para el paciente. Se ha descrito con múltiples ejemplos, como pastillas, psicoterapia o incluso operaciones quirúrgicas que, aun sin tener una eficacia real, logran la curación.

Podría pensarse que curar cualquier tipo de enfermedad o trastorno por medio de placebo es una demostración de que, en realidad, a la persona no le pasa nada serio y que “todo está en su cabeza”: si quisiera solucionarlo, ya lo habría hecho. Nada más lejos de la realidad. La enfermedad o trastorno es completamente real. Se ha comprobado con úlceras de estómago, lesiones de rodilla e incluso anginas de pecho, que mejoraron significativamente con un tratamiento placebo. La fuerza de las expectativas es, en muchas ocasiones, incluso más poderosa que la eficacia real (biológicamente entendida) de un tratamiento.

Veamos algunos de los muchos los estudios que han demostrado la importancia y el poder del placebo. Blackwell y colaboradores, en 1972, informaron a un grupo de estudiantes de que se les iba a proporcionar una medicación que podía ser relajante o estimulante. Después, a la mitad se les suministró unas pastillas de color rosa, y a la otra mitad de color azul. En realidad, ambas pastillas eran simplemente azúcar, por lo que las diferencias entre ambos grupos de estudiantes sólo podían deberse al valor culturalmente atribuido al color. Y efectivamente esas diferencias existieron: el rosa provocó un mayor nivel de atención y concentración.


Hay investigaciones que han demostrado incluso que un medicamento puede tener el efecto opuesto al que de hecho provoca farmacológicamente, si las expectativas del paciente son las adecuadas. Richard Gracely, en 1982, proporcionó a una serie de pacientes de clínicas dentales tres posibles “medicinas”: fentanilo (un analgésico), naloxona (un fármaco que aumenta el dolor) o un placebo. Los médicos que las daban no sabían qué estaban suministrando, pero a la mitad de ellos se les decía que podían estar dando el fentanilo o el placebo, y a la otra mitad que podía ser la naloxona o el placebo. El resultado es que la primera mitad de pacientes (cuyos médicos creían que daban el analgésico, pero entre los que había quienes de hecho tomaron naloxona) sintió menos dolor que el segundo (en el que los médicos creían dar naloxona, y aunque algunos de los pacientes habían tomado el fentanilo).

Otros estudios han corroborado estos resultados, con pruebas como tratar a pacientes que sufren náuseas y vómitos con un medicamento cuyo efecto farmacológico es el de producir náuseas y vómitos, pero asegurándoles que el medicamento las iba a reducir, lo que, en efecto, ayudaba a mitigar los síntomas.

Los ejemplos son numerosos: implantar un marcapasos ayuda a que el paciente mejore de su lesión cardíaca, aunque el aparato esté apagado; el mero hecho de que el médico establezca un diagnóstico y transmita la seguridad de que la mejoría se producirá pronto acelera la recuperación del paciente, aunque no se le someta a tratamiento… La eficacia del placebo se ha relacionado con diversos factores, como la forma del medicamento (cápsulas mejor que pastillas), el modo en que se administra (la vía intramuscular es más eficaz que la oral) o la manera en que el médico trata al enfermo (si el profesional adopta una actitud cálida, amistosa y tranquilizadora y escucha largo tiempo al paciente, es más probable que el tratamiento posterior sea más eficaz).

Seguramente, no hay mejor ejemplo de la importancia de la forma del placebo que el de los niños. Porque también en ellos el placebo surte efecto, y de qué manera. Tras una caída, nada más sanador que un beso de la  madre, acompañado de la tirita sobre la herida. Y no una tirita cualquiera: la que mejor cura es la de Pocoyó o Hello Kitty. Eso, cuando no directamente el “sana, sana, culito de rana. Si no sanas hoy sanarás mañana”.

Muchos de los estudios se han basado en la idea de engañar al paciente, dándole a entender, directa o indirectamente, que el tratamiento será eficaz. Pero hay indicios de que con que el médico transmita confianza en la eficacia de la medicación, aunque además deje claro que sólo se trata de azúcar, el paciente también mejorará. Así se ha encontrado, por ejemplo, con pacientes de síndrome del colon irritable a los que se le administraba pastillas sin principio activo y así se les había explicado. Quienes tomaban el placebo mejoraban significativamente respecto al grupo que no recibía ningún tratamiento, aun sabiendo que era un placebo.

El peso del efecto placebo se ha estudiado también en aspectos como si el medicamento es de “marca” (y así lo indica en el envase, por ejemplo), o incluso su precio: es más eficaz el de marca y, por estúpido que nos parezca, el más caro será mejor. Lo que, dicho sea de paso, puede poner en duda la convicción de que los llamados “medicamentos genéricos” son igual de eficaces que los de marca: puede ser cierto desde un punto de vista exclusivamente farmacológico, pero si tenemos en cuenta que son más baratos, y que en el envase no muestran marcas ni identificativos de fabricantes “de prestigio”, hay razones para pensar que, mientras la valoración cultural de estos aspectos no cambie, la eficacia no será la misma.















Autor del post: 

noreply@blogger.com (Elia Bernabeu)

Tuesday, November 26, 2013

Recopilación de recursos de PNL by Javier Malonda Ricart via Evolución consciente


Durante mucho tiempo, en la versión anterior de este blog, “Evolución Humana Consciente”, escribí sobre muchos temas relacionados con la PNL. De hecho, di un buen repaso a gran parte de lo que puedes aprender en relación con los cimientos de la  Programación Neuro-Lingüística.
Aunque es muy, muy diferente leer sobre algo y experimentarlo directamente, los artículos que escribí en su momento constituyen una buena base sobre la que empezar a trabajar.
En esta página quiero recopilar y ordenar estos artículos de manera que los encuentres aquí fácilmente disponibles.

  1. El modelo de comunicación de la PNL
  2. Los cinco pasos hacia el éxito
  3. Las presuposiciones de la PNL
  4. Algunas nociones sobre teoría de sistemas
  5. Algunas nociones sobre marcos
  6. Algunos conceptos de PNL (I/II)
  7. Algunos conceptos de PNL (II/II)
  8. Las pistas de acceso ocular
  9. Modalidades y sistemas de representación mental
  10. Predicados y sistemas de representación mental
  11. Más información a partir de las pistas de acceso occular
  12. Agudeza sensorial
  13. Rapport o sintonía
  14. Estructuras del lenguaje
  15. Presuposiciones lingüísticas
  16. Usando presuposiciones lingüísticas
  17. Usando el contraste para obtener claridad
  18. Cómo especificar objetivos
  19. Usando marcos en la comunicación
  20. Usando marcos en la obtención de resultados
  21. El poder de las creencias
  22. Las etapas del aprendizaje
  23. La dinámica del cambio
  24. El metamodelo del lenguaje
  25. El modelo P.O.P.S.
  26. Centros recomendados para aprender PNL
  27. Submodalidades
  28. Los niveles neurológicos
  29. Más sobre los niveles neurológicos (I/II)
  30. Más sobre los niveles neurológicos (II/II)
  31. Anclajes
  32. Usando anclajes
  33. Metaprogramas (I/II)
  34. Metaprogramas (II/II)
  35. ¿Cómo se forman las creencias?
  36. Niveles de certidumbre de las creencias
  37. Cómo identificar una creencia
  38. Tipos de cambio de creencias
  39. Creencias limitadoras y creencias generativas
  40. Bibliografía de PNL y desarrollo personal

Monday, November 25, 2013

Puedes aprender a sentir lo que alguien está sintiendo


Empate.
Empatía.
Yo estoy bien, tú estás bien.
Te veo, te oigo; te siento. Esa es la base de la empatía, una habilidad natural que, como seres humanos, poseemos. Desarrollar esta habilidad puede permitirnos conectar más profundamente, sentirnos más conectados.
Empecemos con las neuronas espejo. Las neuronas espejo son uno de los últimos descubrimientos de la neurociencia. Una parte de nuestro cerebro está equipada con este tipo de neuronas, que se descubrieron, como muchas otras cosas, de la manera menos esperada.
Somos humanos. Compartimos elementos en común. Tenemos ojos, oídos, boca. Nuestros cuerpos son análogos. Para cada elemento de mí, hay un elemento de ti. Yo soy una metáfora de ti, y tú eres una metáfora de mí.
Tu historia y la mía contienen elementos en común. Nacimos de un padre y de una madre. Crecimos. Aprendimos a andar, a leer, a escribir. Aprendimos a correr. Muchas de nuestras experiencias, las suficientes para aprender a empatizar ahora, son comunes. Las vivimos igualmente. Ambos respiramos. Ambos hacemos parpadear nuestros ojos, consciente o inconscientemente. Y ambos leemos con creciente disfrute este artículo para aprender sobre la empatía.

La compasión: la base de la empatía

Compasión.
Sentir compartido.
Poder sentir lo que siente alguien más.
Los monjes budistas meditan sobre la compasión. Podemos hacer lo mismo. Pasión. Sentir apasionadamente. Sentirse profundamente. Abre los canales de percepción. Ve, oye y siente. Permítete sentir.
Porque cuando te sientes, profundamente, empiezas a notar algunas cosas que antes habías pasado por alto. Y me pregunto… ¿Cómo sería si pudieras sentir lo que alguien está sintiendo?
Ahora, gracias a tus neuronas espejo, esto es posible para ti.

La extremidad fantasma (The phantom limb)

Uno de los fenómenos más sorprendentes y apasionantes de la neurociencia es el denominado “phantom limb” o extremidad fantasma. Ocurre que, algunas personas que perdieron una extremidad, por ejemplo un brazo, continúan sintiendo dolor en ese brazo aunque… ¡el brazo ya no está!
Esto era algo confuso para los neurocientíficos. Si el brazo ya no está, ¿cómo es posible que la persona siga sintiendo dolor? Después de encontrar algunas explicaciones, alguien se preguntó “¿Cómo hacer para que el dolor se vaya?”, y desarrolló un experimento. Creó un artilugio consistente en una caja de madera con un espejo. La persona introduce el brazo en el artilugio y el espejo refleja el brazo, de modo que, desde los puntos de vista de la persona, el brazo está de vuelta en su lugar.
Eso es una experiencia subjetiva muy poderosa. Si ves el brazo ahí, entonces, para tu cerebro, el brazo está ahí. Si puedes y encuentras una manera de moverlo, y de ver que está bien, y de sentir cómo se siente, entonces deja de haber una razón para que exista el dolor. Tu cerebro dice “Ey, el brazo está bien. Apaguemos la señal de dolor. Falsa alarma”. Entonces el dolor desaparece. La persona saca el brazo y, en el espacio en el que antes había un dolor desconocido, ahora, simplemente, hay un vacío mucho más agradable.

Puedes aprender a sentir lo que alguien está sintiendo

De hecho, ya lo haces, sólo que no lo sabes todavía. Tu inconsciente se encarga de eso. Mientras estás con alguien, una parte de tu cerebro ya está recibiendo, recopilando y organizando esa información. Sólo tienes que centrarte en eso y permitir que, esa información, llene tu consciencia. Sólo ve a la parte de ti que hace eso y enséñale a suministrarte esa información de una manera que te resulte útil y beneficiosa. Estoy seguro de que tanto tu inconsciente como tú encontraréis gran satisfacción en este aprendizaje.
Ahora, ¿para qué?
Eso ya es algo que tendrás que elegir tú.

Thursday, November 21, 2013

Educando ala Bestia

Ésta es la historia de un niño y su mamá-bestia, una triste bestia, enorme y muy necesitada de cariño. El pequeño debe ocuparse de ella para que no esté tan triste, y también de sí mismo, porque la bestia olvida muchas cosas.

¿Cuanto tiempo durara esta situación?

la bestia y el niño (10)

muchas cosas cambian cuando mama se convierte en una bestia…


la bestia y el niño (2)

Entonces, casi todo lo tienes que hacer tú mismo, como si ella no estuviera.


la bestia y el niño (6)

a veces me hace pasar vergüenza por su mal humor…


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otras veces se pone muy triste, rompe fotos y llora.


la bestia y el niño (3)

En esos momentos hay que ser fuerte y consolarla porque ella me necesita.


la bestia y el niño (12)

Lo mejor es que ahora siempre duerme conmigo y eso me gusta.


la bestia y el niño (5)

Pero en ocasiones también paso tiempo con la otra bestia,       mi papa y no entiendo porque ambos ya no están juntos…


la bestia y el niño (7)

Mama necesita paciencia, tiempo para recuperarse y conversaciones con amistades.


la bestia y el niño (11)

Y entonces un día te darás cuenta que la bestia se ha vuelto a transformar en mama.


Eduardo Ortega Pérez © 2013


Wednesday, November 20, 2013

para que sirve un castigo???

Una de las situaciones más interiorizadas y repetidas por el género humano cuando somos adultos, es el hecho de castigar a los niños... seamos padres, madres, abuelos, abuelas, profesores o profesoras o no tengamos ni puñetera idea de criar retoños, lo que si sabemos es castigar...
...porqué??? 
yo creo que es por el hecho de que cuando éramos esos retoños inocentes y felices...
-o por lo menos yo, a pesar de esos castigos, sobre todo por parte de mis profesores, día tras día, ya que mis padres hablaban mucho conmigo y no comprendían el castigo como método de educación (algo casi impensable en los años ´70 y ´80 ) y sólo recuerdo un castigo, llevado a cabo por mi madre... SÍ, UNO SÓLO!!! con 6 años, por mear en la alfombra del salón delante de la televisión, no me preguntéis el porqué lo hice, NO ME ACUERDO!!! pero me castigaron sin ver la tele ese día y para cama a las 6 de la tarde.- 
...pues como decía creo que los adultos tienden a castigar, porque es su forma de vencer la frustración que les causa su vida adulta y se sienten poderosos ante humanos pequeñitos e indefensos, que pueden manejar a su antojo mediante el uso de la fuerza, tanto física como psicológica, y cuando los niños hacen algo que el adulto considera "malo", viene el castigo, casi siempre exagerado, no acorde con las circunstancias que lo propiciaron (por ejemplo, si no comes, te encierro en tu habitación; ...no comprendo la relación educativa entre ambas situaciones) y poco productivo a la hora de generar lo que pretende el castigo, que es que no se repita la acción en un futuro.
Es más, podría asegurar, intentando retrotraerme a mi infancia, que si algo he aprendido de todos los castigos que mis profesores me ponían un día sí, otro también, y el tercero de regalo (ahí comprendí el refrán, "No hay dos sin tres") es que ni me acuerdo la mayoría de las veces del porqué me castigaban... 
(aunque el día que meé en la alfombra del salón sigue sin olvidárseme el porqué y el castigo -ir a la cama a las 6 y no poder ver los payasos de la tele, como me pica la nariz!!!-)
...y otra cosa fundamental es lo que debería haber aprendido con aquellos castigos... 
(vuelvo a repetir y aún a riesgo de ser pesado, el día que meé en la alfombra del salón, aprendí a que no se mea en la alfombra del salón. Supongo que es la excepción a la regla, de que los castigos no sirven para nada)
...es que aún no me he enterado de que pretendían con el castigo.
y sin embargo, de lo que sí me he enterado, es de que eran muy injustos ciertos profesores (he llegado a sufrir una expulsión sin estar en clase), tener sensación de impotencia que me llevaba a ir mas allá en mis travesuras, aprendí a no confiar en ellos y a la vez sentía que abusaban con su poder, lo que generaba cada vez más... una travesura o una desobediencia mayores que las anteriores, como respuesta al castigo arbitrario.
Por ejemplo, estaba en clase hablando con un compañero, y me castigaban fuera de clase con el compañero, y entonces pensaba...
 (joder!!! es mejor hablar y que te echen, que aguantar al peñazo este)
...en resumen, aprendía que cuando te castigaban tenías que estar mas listo para que no te volvieran a pillar, y si el castigo era mejor que estar haciendo lo que hacías, pues que te castigaran y a pasarlo bien.
Ahora lo que me pregunto yo, es...
...no será más fácil motivar a los niños para que aprendan mediante métodos que les despierte la curiosidad y aprendan haciendo??? en vez de estar "peleando" con ellos para que se estén quietos???
Después, con los años, se produce un estado, del que poco se habla en los libros, el de la dualidad de tu vida... eres una persona con tus padres y con tus profesores y luego pasas a ser otra completamente diferente con tus amigos y con tus iguales... en la adolescencia y después de pasarla, tienes una doble vida, que cambia dependiendo con quien te encuentres, tus padres presuponen que cuando sales con tus amigos bebes, pero no mucho y si llegas mal un día será culpa de las amistades, nunca de su hijo o hija; te comportas de una manera con tus iguales (la cual tu padres ignoran) y te comportas de otra manera con ellos, haciendo lo que supones que ellos quieren, para que no te molesten mucho, ni te echen muchas charlas, ni te castiguen...
Al final creamos una pantalla de niños buenos frente a nuestros padres, para protegernos de esos posibles castigos, de esos sermones interminables, y aprendemos empatía con nuestros amigos, porque ellos se encuentran en nuestra misma situación y nos solidarizamos...
...y prácticamente nunca un castigo sirve para el fin que se ha creado, sino que refuerza la impotencia de quien lo recibe, fomentando el engaño de quien lo padece, para no volver a sufrirlo.

Monday, November 18, 2013

Aprender a sentirse bien


Por absurdo y sorprendente que suene, no me di cuenta de que sentía hasta hace poco más de cinco años. Sí, sentía dolor en ocasiones. Sí, a veces sentía frío o calor. Pero… eso era, básicamente y por resumir la historia, lo que sentía. ¿Espectacular? Sí. ¿Sorprendente? Sí. ¿Posible? Sí. Resumiéndolo todo un poco más, diré que no sentía nada. ¿Cómo es vivir la vida así? Un infierno. El infierno en la tierra. Un infierno que, al poco tiempo, me llevó a preguntarme “¿Cómo sería si me suicidara?”.
Afortunadamente para mí, en ese momento sentí la vida en mi interior. Sentí que quería vivir, y sentí que tenía una larga vida y un largo camino por delante. Ese fue el momento más duro y difícil de mi vida, y a la vez se convirtió en una suerte de bendición: resolví vivir, vivir con valentía y con coraje, y decidí cambiar para siempre. Empecé a aprender muchas cosas sobre mí, y además empecé a darme cuenta de cada paso de mi camino, lo que me permitió darme cuenta y hacerme consciente de muchas cosas a las que la mayoría de las personas no han tenido que poner palabras jamás. De esa manera, me considero afortunado por haber vivido aquella experiencia y todo lo que de ella se siguió.
Pero en este artículo quiero hablarte de sentirse bien, en concreto de aprender a sentirse bien. De cómo las buenas sensaciones son un poderoso activo en la vida, de que no tienes que conformarte con sentirte mal o regular sino que puedes aprender a generar buenas y excelentes sensaciones, y de cómo una vida sentida es más profunda y significativa que una vida sin sentimientos.

La conexión cuerpo-mente

Algunas personas consideran que el cuerpo es una cosa y la mente es otra. Algunas personas consideran incluso que ambas cosas pueden considerarse por separado. Para mí, la mente y el cuerpo forman una unidad. En otras palabras, la mente y el cuerpo son diferentes manifestaciones de lo mismo. El cuerpo influye en la mente y la mente influye en el cuerpo, y esto es para mí tan evidente que hace tiempo que se convirtió en una verdad de acuerdo a la que vivo.
¿Cuántas veces al día piensas en algo que te hace sentir mal? ¿Cuántas veces al día piensas en algo que te hace sentir bien?
Para la mayoría de las personas, esta proporción está sumamente desequilibrada. La buena noticia es que se trata de un hábito, de una costumbre. Puedes aprender a hacerte sentir bien, muy bien, maravillosamente bien o cualquier otra combinación de las anteriores que se te ocurra, y puedes aprender a hacerlo más a menudo.

Lo que hacía yo

En algún momento de mi adolescencia, inconscientemente, comencé a encontrar algunas ventajas al sentirme mal. Un poco más adelante, abrí un blog titulado El Sentido de la Vida en el que expresaba mis lamentos y mi malestar de una manera divertida. Me convertí en un desgraciado, y empecé a disfrutar de la atención de una creciente masa de lectores y lectoras. Cuanto más desgraciado era, cuando peor me iba, más divertido resultaba y más personas leían lo que escribía. El éxito del blog quedó conectado a mi malestar e, inconscientemente, alimentaba ese malestar y promovía sin darme cuenta el número de desgracias que ocurrían en mi vida. Pasaba gran parte del día pensando en todo lo que estaba mal con el mundo, en lo jodidas que estaban las cosas y en cómo mis propósitos podían salir mal. En mi mente ingenieril, pensaba en todo lo malo que podía ocurrir y entonces me lamentaba ante ello (¡incluso antes de que hubiera sucedido!) y buscaba y encontraba maneras de prevenir los desagradables acontecimientos que preconizaba. Al hacerlo, pasaba mucho más tiempo pensando en todos los desastres que podían ocurrir que en todas las cosas buenas que podía crear en mi vida así como las maneras en que podría llevarlas a cabo. Yo era un pobre desgraciado, y triunfar, disfrutar o pasármelo bien eran cosas que estaban más allá de los límites de esa identidad que me había creado. Tardé mucho tiempo en comprender todo esto. Afortunadamente, mi vida se convirtió en la manera necesaria de darme cuenta de lo que estaba haciendo, hacerme consciente de mis procesos inconscientes y aprender a hacer alguno nuevo en su lugar.
Hasta que lo hice, no sólo mi sufrimiento mental se incrementó hasta el punto de convertir mi mente en un infierno, sino que también lo hizo el sufrimiento de mi cuerpo.
Había padecido problemas de espalda durante casi una década, y estos problemas aumentaron todavía más. Sufrí varias contracturas a la altura de la cuarta vértebra dorsal. Una mañana descubrí que no me podía levantar de la cama. Ese fue uno de los dolores más brutales y terribles que he experimentado en mi vida. Cuando, minutos más tarde, pude incorporarme, me di cuenta de que no podía vestirme. Me llevó unos quince minutos conseguirlo. Fui al médico, quien me diagnosticó y me aplicó unas inyecciones en los músculos de la zona. Después inicié la rehabilitación y, durante varios meses, estuve haciendo ejercicios y recibiendo masajes y plastas calientes. Fue un tiempo terrible, pero lo único que pensaba hacer era resignarme y contarlo en el blog para desahogarme. Nada me hizo pensar en cambiar.

Asume la responsabilidad de tu bienestar

Los políticos hablan del estado de bienestar. Dejar tu bienestar en manos de los políticos o de las circunstancias es una de las peores decisiones que puedes tomar. Eres responsable de tu bienestar. De ti depende si te sientes bien o si te sientes mal. Te guste o no, es cosa tuya. A nadie más le importa y le concierne más que a ti.
Cuando regresé de Alemania, después de haber pensado en suicidarme, después de haber tomado la resolución de vivir, empecé a darme cuenta de mi responsabilidad en todo lo que me ocurría. Una de las cosas de las que me di cuenta era de que mi bienestar dependía de mí, y estaba realmente cansado, ¡harto!, de sentirme mal, dolorido y francamente jodido. La siguiente vez en que me dolió la espalda, decidí que haría todo lo necesario para que esa fuera la última vez. Ya había tenido suficiente.
Busqué y encontré a un profesional que se ocupara de mi espalda. Durante meses acudí a su consulta, y pude notar la mejoría con el tiempo. Recuerdo haberme dicho en algunas ocasiones “Si tan sólo pudiera quitarme la espalda, sería feliz”. No creo que hubiera sido muy feliz sin espalda, pero en muchos momentos de mi vida hubiera deseado no tenerla.  Sin embargo, con el tiempo, mi espalda se convirtió en una fuente de bienestar y buenas sensaciones, algo que no creía entonces posible.
Cuando empecé a meditar regularmente, me di cuenta de la enorme cantidad de tensiones que había en mi interior. Encontré músculos que ignoraba que tenía, y encontré que estaban duros y tensos como consecuencia de años de tensiones internas inconscientes. Primero los distinguí en el abdomen, luego en el diafragma, luego en el pecho, luego en los hombros y después en el cuello. Respirando conscientemente y aprendiendo, aprendí a relajar esas tensiones progresivamente. Además de hacer eso, busqué y encontré a una profesional a cuya consulta acudí durante meses para aprender a relajar todas esas tensiones. Descubrí las diferencias entre sentirme tenso y sentirme relajado, y descubrí que vivir sintiéndome relajado convertía el infierno en el paraíso. Me doy las gracias por lo que hice y lo que sigo haciendo por sentirme relajado y flexible.
Con esta historia quiero decirte que de ti depende cómo te sientes, y que tu bienestar es tu propia responsabilidad. Si te sientes mal, haz algo al respecto. Haz todo lo que sea necesario para sentirte bien. En serio, vale, y mucho, la pena.

Las buenas sensaciones: un poderoso activo

A menudo pensamos en el tiempo y el dinero como los recursos más importantes. Permíteme añadir un nuevo recurso a tu cartera de activos: las buenas sensaciones.
Cuando te sientes mal, tomas malas decisiones, te metes en problemas y lo que sea que quieres hacer se siente como una hazaña digna de un héroe. Cuando te sientes bien, tiendes a tomar buenas decisiones, te resulta fácil relativizar los problemas y encontrar soluciones y te resulta fácil afrontar los retos que te plantea la vida o que te planteas tú mismo. Tu salud es una de las cosas más importantes de las que te puedes ocupar, y sentirte muy bien se añadirá a la buena salud y te permitirá afrontar la vida con alegría y buen humor. Pero no sólo eso, sino que el trato con otras personas mejorará sustancialmente.
Hay un fenómeno que tiene lugar cuando dos personas se encuentran. Este fenómeno ocurre a un nivel inconsciente, y se llama “transferencia de estados”. De la misma manera que cuando pones dos líquidos diferentes en un mismo recipiente éstos se mezclan, lo mismo ocurre cuando dos personas interactúan entre sí: tienden a ajustarse para alcanzar un estado común. Ahora, ¿cuántas buenas sensaciones aportas tú? ¿Cómo de bien te sientes? ¿Qué puedes hacer para sentirte mejor y aportar más? En tu vida y en tus relaciones, las buenas sensaciones son un poderoso activo. Cuida y enriquece tu estado, haz lo que sea necesario para sentirte progresivamente mejor.
¿Significa esto que no puedes sentirte mal? Por supuesto que no. Tendrás días malos. Tendrás días en los que te encuentres mal, pero puedes hacer que se conviertan en excepciones en lugar de ser la regla. Permítete sorprenderte por lo bien que puedes sentirte. El rango de emociones y buenas sensaciones, la paleta de distinciones en el espectro del bienestar, es infinito. Anímate y explóralo. ¿Cómo sería sentirte muy bien? ¿Cómo sería sentirte maravillosamente bien? ¿Cómo sería sentirte extáticamente bien? ¿Cuánto bienestar, placer y éxtasis puedes soportar? ¿Cuánto mejor puedes sentirte durante el día de hoy?
No se trata sólo de que la espalda te haya dejado de doler. No se trata sólo de que tus músculos estén relajados. ¿Qué hay de ese cosquilleo en la barriga? ¿Qué hay de esas fabulosas y profundamente agradables sensaciones  en tu pecho? ¿Qué hay de esa risa tonta, floja e incontenible que empieza engurruñiendo los dedos de tus pies y termina sacudiéndote en una sana y orgásmica carcajada que no se detiene? ¿Cómo sería si juntaras todo eso?
Las posibilidades son infinitas. Puedes sentirte maravillosamente bien de un sinfín de maneras diferentes. Empieza a explorarlas, y hazlo ahora.

Los cimientos de la casa: el agradecimiento

Recuerdo escuchar decir a mi profesora de PNL que el agradecimiento es la unidad mínima de amor. Empieza por ahí. ¿Por qué puedes sentirte agradecido ahora mismo?
Demasiadas personas pasan demasiado tiempo cada día pensando en todo lo que no tienen. ¿Qué es lo que ya disfrutas en tu vida y por lo que puedes sentirte agradecido ahora? Encontrarás también cientos de cosas que entran en esta categoría.
Si estás leyendo este artículo, puedes ver, y eso es algo maravilloso por lo que puedes dar las gracias y sentir agradecimiento. En el mismo orden de cosas, respiras, otra maravilla. Si puedes recordar lo que desayunaste esta mañana, puedes darte las gracias por tu memoria. Si puede ponerte de pie, puedes dar las gracias a tus piernas por hacerlo posible. No tienes que pensar en el techo del que disfrutas o en que tienes una cama en la que descansar cada noche. No tienes que pensar en que tienes comida que comer, agua caliente y ropa que ponerte. Basta con que te des cuenta de que puedes sentirte agradecido por estar viviendo un nuevo día lleno de posibilidades y oportunidades.
Las cosas más importantes de la vida son las más pequeñas, las más cercanas, las que ya están ahí. Dar las gracias por ellas, contarlas y pasar revista, es una fabulosa manera de sentirse muy bien en un instante. Recuerda esto de vez en cuando, tal vez cada mañana cuando disfrutes de una ducha de agua caliente.


Con todo esto en mente, puedes sentirte todavía un poco mejor antes de terminar este artículo. Eso es. Ahora, toma esa sensación y date cuenta de dónde comienza, y permite que gire en tu interior mientras se amplifica todavía un poco más, rápida o lentamente. Y todavía un poco más,  porque ¿cuánto placer más puedes soportar? Ojalá vivas un día más para descubrirlo.
Hasta entonces, disfruta del placer de aprender a hacer buenas sensaciones.

Saturday, November 16, 2013

DISTORSIONES COGNITIVAS.

Las distorsiones cognitivas son pensamientos distorsionados sobre la realidad.
Filtraje o Abstracción selectiva: Selección en forma de visión de túnel, de un solo aspecto de una situación. Ejemplo: "soy un desastre, he perdido el paraguas".
Descalificación de lo positivo: Desvalorizar aquellos aspectos positivos propios o de los demás. Ejemplo: "Me ha salido bien la cena, pero fue de chiripa".
Pensamiento polarizado (blanco o negro):Valoración de los acontecimientos en formaextrema sin tener en cuenta aspectos intermedios.
 Ejemplo: "o saco un sobresaliente en el examen o seré un fracasado".

 

Comparación: Tendencia a compararse con los demás de forma negativa. Ejemplo: "Aunque me esfuerzo, no consigo ser tan eficiente como mi compañero".
Sobregeneralización: Sacar de un hecho general una conclusión particular sin base suficiente. Si ocurre algo malo en una ocasión, se esperará que ocurra una y otra vez. Ejemplo: "Me ha salido mal la comida, nunca seré capaz de hacer nada bien",
Valía personal en base a opiniones externas:  Construir el autoconcepto en función de las opiniones externas respecto a nosotros mismos y nuestras acciones. Ejemplo: Mi novia me dice que soy un desastre, seguro que tiene razón".
Interpretación/lectura del pensamiento: Se refiere a la tendencia a interpretar sin base alguna los sentimientos e intenciones de los demás.Ejemplo: "se que mi padre, en el fondo, piensa que soy un inútil".
Perfeccionismo: solo conformarse con la excelencia de lo contrario carece de valor lo que se hace. Ejemplo: "Las cosas o se hacen perfectas o mejor no hacerlas".
Visión catastrófica: Adelantar acontecimientos de modo catastrófico para los intereses personales.
 Ejemplo: "Mejor no intentarlo, porque seguro que me sale mal, fracasaré y haré el ridículo".
Personalización: Hábito de relacionar los hechos del entorno con uno mismo, sin base suficiente.
 Ejemplo: "María y Juan se están riendo, seguro que es de mi".
Falacia de control: Las personas con esta distorsión suelen creerse responsables de todo lo que ocurre a su alrededor, o bien en el otroextremo se ven impotente y sin que tengan ningún control sobre los acontecimientos de su vida.

Falacia de justicia: Costumbre de valorar como injusto todo aquello que no coincide con nuestros deseos y necesidades.

Falacia de cambio: Tendencia a considerar que son los otros quienes han de cambiar primero su conducta.

Razonamiento emocional: Tendencia a creer que lo que la persona siente emocionalmente es cierto necesariamente.
 Ejemplo: "Siento terror de subir al avión, es muy peligroso volar"
Etiquetas globales: Consiste en generalizar una o dos cualidades de un juicio negativo global.
 Ejemplo: "Soy un fracasado", "no valgo para nada", "nadie me valora".
Culpabilidad: Atribuir la responsabilidad de los acontecimientos a sí mismo o a los demás, sin base suficiente y sin tener en cuenta otros factores que contribuyen al desarrollo de los acontecimientos.

Deberías: Hábito de mantener reglas rígidas y exigentes sobre como tienen que suceder las cosas. Cualquier desviación de esas reglas o normas se considera insoportable y conlleva a una alteración emocional extrema.
 Ejemplo: "Debería haberse dado cuenta de que yo lo estaba pasando mal y no seguir preguntándome".
Tener razón: Tendencia a probar de manera frecuente, ante un desacuerdo con otra persona, que el punto de vista de uno es el correcto.


 

Minimización: restar importancia a hechos, características, actitudes propias o de los demás. Ejemplo: "Me han llamado 5 veces mis amigos, pero podrían haberlo hecho más".
Magnificación: Llevar las cosas al extremo. Ejemplo: "Me ha salido el examen fatal, es horrible, no lo puedo soportar".
Falacia de recompensa divina: Tendencia a no buscar solución a problemas y dificultades actuales suponiendo que la situación mejorará mágicamente en el futuro.
Inferencia arbitraria: Saltar a las conclusiones.Ejemplo: "No encuentro trabajo, soy un desastre".
Adivinación: adelantar acontecimientos negativos antes de que estos sucedan sin base racional.Ejemplo. "Estoy seguro que aunque salga con mis amigos me sentiré mal".
Sesgo confirmatorio: Se perciben y se recuerdan las cosas sesgadamente para que “encajen” con las ideas preconcebidas. Así si pienso que alguien es torpe tenderé a acordarme de aquellos hechos que me confirman ese juicio.
Fdo. Ignacio González Sarrió.
Psicólogo. Psicoterapeuta y Perito forense.
grupopsico@cop.es
696102043.
Consulta en Valencia capital.

Autor del post: 

noreply@blogger.com (psicologia juridica)

Wednesday, November 13, 2013

Video-post: cómo estimular tu creatividad




Tiempo estimado de lectura: 1 minuto
Duración video: 4 minutos
Muchas personas anhelan ser más creativas en sus profesiones, en su relación con los demás o en cualquier otro ámbito de la vida. Resulta paradójico que aún deseando fervientemente alcanzar esta meta nuestra percepción subjetiva es como si las propias capacidades no lograsen alinearse con este objetivo. ¿A qué se debe? Pues a nuestra propia naturaleza humana que en muchos casos resulta contradictoria.
Podemos ser nuestro peor enemigo o nuestro mejor aliado.
La energía interior que moviliza nuestras capacidades están muy relacionadas con nuestro sistema de creencias por lo que cabría preguntarse ¿nos conocemos realmente? ¿somos conscientes de todas las creencias que asumimos como verdaderas? Este sistema de creencias condiciona nuestras decisiones, nuestros comportamientos e incluso nuestras emociones. Por esta razón es muy importante conocer cuáles son y cómo nos afectan porque suelen estar en la base de nuestros miedos y en los límites que nos imponemos a nosotros mismos. Son techos que nos impiden crecer como personas y como profesionales pero techos de cristal al fin y al cabo que se pueden romper siempre que nos atrevamos. Eso sí, necesitamos pasión, coraje, compromiso, persistencia, paciencia…
En el siguiente vídeo quiero compartir contigo algunos consejos que te ayuden a sacar provecho de tu capacidad creativa. Si te interesa la versión escrita de este videopost puedes hacer clic en la entrada del blog “10 consejos para mejorar tu creatividad”.
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Monday, November 11, 2013

El proceso de darse cuenta



Si hay una manera en la que puedo poner en palabras el alto que hice en mi vida y el aprendizaje de PNL, lo que esto ha supuesto para mí, lo describiría como el proceso de darme cuenta. Durante cinco años aprendí y me di cuenta. Me di cuenta de muchas cosas.
Muchas cosas resultaron diferentes a lo que yo creía, así que empecé un subproceso de reorganización. A medida que descubría, organizaba el material y lo reorganizaba.
Piensa en una máquina que, mientras funciona, puede reorganizar partes de sí misma. Puede explorar, investigar, probar, desensamblar y volver a ensamblar en otro lugar creando un sistema más flexible, más adaptable, más dinámico.
Eso es lo que hice conmigo mismo durante los últimos cinco años. Más específicamente, con mi propia mente.
Ahora, mente y cuerpo están conectados, y los cambios en mi mente resultaron, gradual y progresivamente, en cada vez más agradables y persistentes sensaciones.
Hoy quiero ir más profundo para explorar, todavía más, este proceso de darme cuenta, y quiero compartirlo contigo de una manera próxima, íntima, para hacerte sentir todavía mejor. Eso es.
Vamos a darnos cuenta un poco más.

Los procesos inconscientes

Aprendiendo PNL aprendí de Milton Erickson, importante hipnoterapeuta norteamericano. Descubrí que su historia era análoga a la mía. Aquejado de poliomelitis, vivió una experiencia cercana a la muerte. Más tarde, postrado inmóvil en su cama, lo único que le quedó era estar en silencio, observar y escuchar. Desarrolló enormemente sus capacidades de percepción, y eso le hizo darse cuenta de los diferentes niveles en la comunicación entre seres humanos. A veces las palabras y los gestos se contradecían. Los tonos de voz aportaban información complementaria a la comunicación. Pacientemente, fue dándose cuenta de más y más cosas en la comunicación interpersonal.
A lo largo de mi vida descubrí una creciente pasión por la comunicación entre las personas. Era tan sutil y compleja, tan indescifrable, que eso hizo que se acrecentara mi interés. Representó un reto para mí. Me di cuenta de muchas de las cosas de las que se dio cuenta Milton Erickson, y todavía hoy continúo aprendiendo y lo haré toda mi vida. Sin embargo, eso me permitió desarrollar un poder que considero supremo: el poder sobre mí mismo.
Milton Erickson hablaba de los procesos inconscientes. Decía que había procesos automáticos, como hacer latir el corazón, que funcionaban de una manera autónoma. Llamaba a estos procesos “procesos inconscientes”. Cuando aprendemos algo nuevo y lo repetimos un cierto número de veces, “algo”, llamado “inconsciente”, se hace cargo de algo. Es recursivo, aunque en eso consiste la automatización. Cuando un proceso se realiza muchas veces, al final adquiere velocidad dentro de un proceso más grande que pasa a sustentarlo. El resultado final es la percepción de que este proceso se hace solo, “tiene lugar”, “ocurre”. Es esa sensación de ausencia de poder sobre estos procesos la que hace que los percibamos inconscientes. En el momento en que dejamos de poner atención al proceso, el mismo queda fuera de la consciencia para que podamos liberar nuestra mente consciente para aprender algo nuevo de utilidad, por ejemplo, hipnosis   :-)
Puedes pensar que hay un mecanismo inconsciente que subyace a todo y lo sostiene. Lo que te mantiene respirando, lo que hace parpadear tus párpados, lo que te permite ver, oír y sentir, y que ignoras lo que es y cómo funciona. El misterioso motor de la vida. Es la máquina dentro del ser humano.

Las manifestaciones físicas

A lo largo de estos cinco años de trabajo conmigo mismo he ido notando una progresiva y agradable mejoría en mi estado físico. Me siento mucho mejor conmigo mismo. Me siento más a gusto en mi piel. Me siento más a gusto siendo yo. Como un guante, encajo suavemente sobre una parte más grande y desconocida de mí mismo.
Evidencias son la relajación en el abdomen, el diafragma, el pecho, los hombros y el cuello. Evidencias es la drástica reducción de las molestias en mi espalda. Evidencia es que mis pies están firmemente anclados al suelo y que mi pecho está elevado y mi espalda erguida. Evidencia es que respiro una vez cada veinte segundos.
Estas evidencias me llevan a pensar que he hecho un gran trabajo conmigo mismo, y además me he dado cuenta de cómo lo he hecho, así que puedo transmitírselo a alguien. Esto me llena de satisfacción.

Un sistema de bucles

La consciencia es un conjunto de procesos anidados progresivamente en niveles de complejidad y, a la vez, simplicidad crecientes.
Observa tu entorno. Estás presenciando un bucle de retroalimentación. La luz que llega a tus ojos va a tu cerebro, que construye una imagen de lo que estás viendo en tu espacio mental. A la vez, parte de la luz que llega a tus ojos es reflejada de regreso a tu entorno y de regreso a la fuente. Lo que ves es el patrón de interferencia que surge de la interacción entre la luz que va y la luz que viene. Estás viendo el sistema mientras el sistema te está viendo a ti.
Ahora, en ese punto de encuentro perceptivo, surge la voluntad. Puedes accionar los músculos de tus ojos y obtendrás una respuesta del sistema: la imagen cambia. La experiencia subjetiva bascula congruentemente. Como en un juego de ordenador, actúas sobre el hardware y obtienes una respuesta del sistema.

Comunicación

Me di cuenta de algo: la PNL y la hipnosis entraban en una caja más grande en mi mente: la comunicación. Eso tuvo sentido. Yo me había estado comunicando varios años a través de mi blog. Utilizaba la escritura y todavía la utilizo. Tecleo. En cualquier caso, estoy comunicando.
De una manera u otra, esté sólo o esté con alguien más, me estoy comunicando. Aprender a comunicarme conmigo mismo es lo mejor que he hecho en mi vida. Te recomiendo lo mismo.
Aprendí a descubrir lo “malo” en mí, y al hacerlo, me di una oportunidad para desensamblarlo, volver a ensamblarlo de una manera más útil, y convertirlo en algo bueno para mí. Eso me permitió reconstruir mi propia experiencia de la vida, y eso fue valioso para mí. Estoy seguro de que también será valioso para ti, tanto si te comunicas conmigo a través de esta página como si lo haces en otro lugar como si, simplemente, recuerdas algo útil que aprendiste de mí. Ahora, te doy las gracias por permitir que mi voz vaya contigo.

La simetría en la comunicación

Otra de las cosas de las que me di cuenta es de lo que llamo “La simetría en la comunicación”.
Imagina a una persona ante ti. Imagina una línea vertical que la divide en dos mitades, “izquierda” y “derecha”. Ahora, olvida esas dos etiquetas. Estás viendo dos mitades formando un uno. La simetría forma parte de la información en la comunicación entre personas.
Me he dado cuenta de que personas a las que etiqueto de estables, equilibradas, razonables, comprensivas… muestran, consciente o inconscientemente, esta simetría en su comunicación. La reverencia inclinando la cabeza hacia adelante, con las palmas de ambas manos en contacto y verticales y con los pies firmes en el suelo, es un ejemplo en el que la simetría del gesto embellece y amplifica el mensaje.
Así pues, ten en cuenta la simetría en la comunicación. Es un aspecto muy interesante de la comunicación corporal.

El camino de Santiago

En un momento, al principio de esos cinco años, hice un trecho del camino de Santiago.  Eso me permitió darme cuenta de que ese camino era un reflejo de cómo estaba viviendo el camino de mi vida.
Descubrí que llevaba demasiado peso, que llevaba muchas más cosas de las que iba a necesitar. Descubrí que podía soportar lo que creía insoportable y, a la vez, encontrar la paz. Descubrí que es importante beber agua y comer fruta. Y, especialmente, descubrí con sorpresa que no sabía estar callado. Mucho menos sabía guardar silencio. Era el momento de aprender algunas cosas nuevas.
Por ejemplo, aprendí sobre lo “bueno” en lo malo. Lo “bueno” no es tan bueno como lo bueno, pero es mejor que lo malo. Con lo “bueno” aprendí a construir nuevas bondades y nuevas virtudes que añadir a mis talentos.
Descubrí también en el camino que siempre estoy de buen ánimo, y que siempre tengo una broma lista. Y eso puede ser un talento o una virtud, y también puede ser las dos cosas a la vez. Me encantan las cosas. Son tan… prácticas.
Llené algunos huecos de mi ignorancia para encontrar más. A día de hoy, continúo encontrando más. Si tienes suerte, tal vez puedas contratarme.

 Conócete

Conócete, porque es el mejor regalo que puedes hacerte. Detente y ve hacia adentro. Puedes hacerlo.
Conocerse implica descubrir esos bucles y poder influir en ellos. Hay un sistema automático en marcha en tu mente, y puedes influir sobre ese sistema a voluntad. Conocerse da poder. Actúa sobre tu mente y descubre cómo eso influye sobre el sistema del que formas parte. Líbrate del miedo y conócete.

Con todo esto en mi mente, me detengo aquí por hoy. Te deseo buen camino   ;-)

Wednesday, November 6, 2013

Vídeos en español sobre Psicología – orígenes y métodos de investigación


En Educatina estrenan categoría (educatina.com/psicologia) y lo hacen con 31 nuevos vídeos relacionados con sus orígenes y sus métodos de investigación.
Tratan la definición de Psicología, los orígenes desde los griegos y romanos hasta el siglo XX, tratando la edad media, el renacimiento y la edad moderna. Podemos encontrar vídeos sobre medición, sobre áreas de investigación, sobre diversidad Humana, sobre el experimento de Milgram, sobre psicopatías y obediencia y varios sobre el sistema Nervioso Central y el sistema endocrino. No faltan vídeos sibre genética Humana, todos ellos en español y disponibles de forma gratuita.
educatina
Como veis, en educatina siguen apostando por el vídeo como canal de comunicación, ofreciendo contenido de excelente calidad con conceptos explicados de manera muy sencilla y en unos pocos minutos. Todo el contenido está supervisado por especialistas de cada materia, por lo que podemos confiar a la hora de usarlo como material educativo.
Podéis consultar la biblioteca de vídeos educativos por materia aquí, lista que van ampliando con bastante frecuencia, tal y como os vamos anunciando en la categoría de Proyectos Educativos.

"La Rebelión De Las Masas" - José Ortega Y Gasset.

"Las ideas sobre la salud mental que mantiene una sociedad, resultan determinantes para la construcción de las ideas sobre su carencia o ausencia.
...
 La mente es una abstracción y como tal no enferma; las enfermedades mentales, son desviaciones comportamentales de las normas sociales, éticas y legales."
Las verdades teóricas no sólo son discutibles, sino que todo su sentido y fuerza están en ser discutidas; nacen de la discusión, viven en tanto se discuten, y están hechas exclusivamente para discutirse.
...
Solemos mirar los hechos pasados, como una época en que no pasaban esas cosas, por oposición a la nuestra presente; los verdaderos "iluminados" son aquellos que en ese pasado ya veían los hechos que nosotros estamos viviendo ahora. Son las personas que comprenden el hecho desde su inicio.
...
Cuando quieres una cosa, tienes antes que asumir sus consecuencias...
Cada cual siente, con mayor o menor claridad, la relación en que su vida propia se encuentra con la altura del tiempo donde y cuando transcurre...
Vivir significa tener posibilidades y elegir entre ellas ... ser imprevisible, ser un horizonte abierto a toda posibilidad, es la vida auténtica, la verdadera plenitud de la vida...
...llegamos a ser sólo una parte mínima de lo que podemos ser (ya que sólo somos nuestras elecciones, tanto cuando elegimos como cuando decidimos no elegir; y hoy en día, las posibilidades son inmensas, podemos ser lo que queramos)
Nuestra vida no elige su mundo, sino que vivir es encontrarse desde luego en un mundo determinado e incanjeable: el aquí y el ahora... vivir es sentirse fatalmente forzado a ejercitar esa libertad, a decidir lo que vamos a ser en este mundo... incluso cuando desesperados, nos abandonamos a lo que quiera venir, hemos decidido no decidir.
...
En los motines que la escasez provoca suelen las masas buscar pan, y el medio que emplean suele ser destruir las panaderías.
...
Un necio es mucho mas funesto que un malvado -decía Anatole France- porque el malvado descansa algunas veces; pero el necio, jamás.
...
El hombre medio (o el necio) tiene las ideas más taxativas sobre cuanto acontece y debe acontecer en el universo. Por eso ha perdido el uso de la audición, ¿para qué oír, si ya tiene dentro cuanto falta? Ya no es sazón de escuchar, sino al contrario, de juzgar, de sentenciar, de decidir (por otros)... 
No hay cuestión en donde no intervenga, ciego y sordo como es, imponiendo sus opiniones. (las cuales ni suyas son, porque prestadas las repite, después de haberlas interiorizado, de quienes antes se han equivocado)
...
Observad a los que os rodean y veréis cómo avanzan perdidos por su vida; van como sonámbulos dentro de su buena o mala suerte, sin tener la más ligera sospecha de lo que les pasa. 
Los oiréis hablar en fórmulas taxativas sobre sí mismos y sobre su entorno, lo cual indicaría que poseen ideas sobre todo ello. Pero si analizáis someramente esas ideas, notaréis que no reflejan mucho ni poco la realidad a que parecen referirse, y si ahondáis más en el análisis, hallaréis que ni siquiera pretenden ajustarse a tal realidad. Todo lo contrario: el individuo trata con ellas de interceptar su propia visión de lo real, de su vida misma. 
Porque la vida es por lo pronto un caos donde uno está perdido. El hombre lo sospecha; pero le aterra encontrarse cara a cara con esa terrible realidad y procura ocultarla con un telón fantasmagórico, donde todo está muy claro. 
Le trae sin cuidado que sus «ideas» no sean verdaderas; las emplea como trincheras para defenderse de su vida, como aspavientos para ahuyentar la realidad.
El hombre de cabeza clara es el que se liberta de esas «ideas» fantasmagóricas y mira de frente a la vida, y se hace cargo de que todo en ellas es problemático, y se siente perdido. 
Como esto es la pura verdad -a saber, que vivir es sentirse perdido-, el que lo acepta ya ha empezado a encontrarse, ya ha comenzado a descubrir su auténtica realidad, ya está en lo firme. 
Instintivamente, lo mismo que el náufrago, buscará algo a que agarrarse, y esa mirada trágica, perentoria, absolutamente veraz, porque se trata de salvarse, le hará ordenar el caos de su vida. 
Estas son las únicas ideas verdaderas: las ideas de los náufragos. 
Lo demás es retórica, postura, íntima farsa. El que no se siente de verdad perdido se pierde inexorablemente; es decir, no se encuentra jamás, no topa nunca con la propia realidad.
...
vivir es siempre, siempre, sin pausa ni descanso, hacer.
...
nada tiene sentido para el hombre, sino en función del porvenir.
...
sólo hay verdad en la existencia cuando sentimos sus actos como irrevocablemente necesarios.

Autor del post: 

noreply@blogger.com (charlie50mas)