CONFIAR EN LO INCONSCIENTE
La parte más complicada que encontré de aprender hipnosis es la parte de confiar en lo inconsciente. Por eso quiero tomarme un momento para hacer más fácil esto para las personas que lean esta columna.
A medida que aprendes hipnosis y practicas, empiezas a notar lo que llaman “emergencia inconsciente”. En algún lugar, tu inconsciente empieza a salir. No es fácil aprender a gestionarse esas salidas inconscientes.
A lo largo de los últimos años he estado trabajando con clientes. Uno de mis clientes favoritos es Dani, quien tomó un avión para venir a verme. Yo llevaba ya algunos meses trabajando con personas usando PNL e hipnosis. Había hecho incluso que un cliente con miedo a conducir condujera de nuevo por la autopista. “¿Lo puedo llevar de vuelta?” me preguntó. Lo hizo todavía mucho mejor de regreso. En una sola sesión, le llevé desde años de temer ponerse a un volante a disfrutar de conducir. Pero Dani tenía una especial habilidad para entrar en un trance. Eso hizo que trabajar con él fuera verdaderamente fácil.
Volvió todavía una segunda vez. Trajo una lista de diez cosas que quería cambiar. Miré mi bolsa de trucos y encontré una técnica que había aprendido de Bandler: el patrón de limpieza de casa. Tomas los viejos comportamientos que todavía te molestan y los sustituyes por nuevos comportamientos más útiles, positivos y beneficiosos. Para eso construyes, en el interior de un trance, una máquina que se encenderá cada noche y trabajará reciclando la basura que todavía queda en tu vida, mientras enriquece lo bueno de lo que ya disfrutas.
Me dije que sería una buena idea. Me pregunté cómo sería el orden para tratar estos problemillas, estos asuntos, estas cosillas… En verdad algunas cosillas mundanas y cotidianas, como hacer imágenes y hablarnos en el interior de nuestras cabezas de maneras que nos hacen mal en lugar de sustituir eso por otra cosa diferente. De una u otra manera, esas cosillas que todas las personas están, de un modo y otro, trabajando consigo mismas en algún punto de sus vidas.
Me di cuenta de que la persona que sabía en qué orden le convenía trabajar estas lecciones era Dani, así que le pregunté. Pude ver como entraba en un trance profundo. Le saqué del trance: había encontrado una manera de demostrarle acerca de su propia sabiduría inconsciente.
Le pedí que me fuera dando los nombres para cada una de esas cosas, y procedí a escribirlos en hojas separadas, una cosa por hoja. Cuando hubimos terminado, le entregué el montón.
Le pedí que se pusiera de pie y le llevé hacia el centro de la habitación. Le induje un trance y le pedí que tirara el montón. Las hojas se desparramaron por el suelo.
Miré. Me di cuenta de algunas cosas llamativas. Las hojas habían caído de una cierta manera. Le pregunté si encontraba algo llamativo en la manera en que, azarosamente, las hojas estaban dispuestas sobre el suelo.
Me dijo que sí. Vi que hacía como que quería moverse, así que le pregunté si quería hacer algo. Me dijo que sí y movió algunas hojas sobre el suelo cambiando su disposición. Algunas cosas parecían estar más claras en su mente acerca del orden más apropiado.
De repente, con algo tan simple, las ideas en su mente estaban en aquellas hojas. Habían dejado de dar vueltas en su cabeza para estar contenidas en objetos, láminas de papel ubicadas en determinadas posiciones relativas a él. En el momento, hizo algunos cambios más.
Continuamos el proceso hasta que estuvo satisfecho, y entonces le pedí que recogiera las hojas en el orden más apropiado para él de trabajar estos temas.
De nuevo en un trance, y todavía más profundo, construimos una máquina en su mente utilizando los diferentes sistemas sensoriales para que pudiera reciclar esas creencias que todavía le molestaban e instalar, sistemáticamente, en su lugar nuevas creencias, expresadas positivamente con imágenes claras y nítidas y cercanas acerca de él mismo haciendo los comportamientos que quería tener, con las creencias más apropiadas para que estas ideas se transformaran en comportamientos de maneras naturales en los contextos futuros al reconocer las oportunidades apropiadas. Establecí una señal para que su inconsciente me señalara cuándo había terminado el proceso y me senté a esperar.
Cuando vi la señal inconsciente, le dije que se relajara todavía un poco más para disfrutar de la satisfacción del placer de saberse aprendiendo con su inconsciente, así como para gozar de la sensación de inspirar y espirar profundamente de manera que estos aprendizajes y conocimientos quedaran con él durante el resto de su vida. Después le saqué del trance. Estaba más contento que unas castañuelas.
Estoy preparando el curso de hipnosis para el 23-24 de Mayo en Amalur Zen en Barcelona. Algunas personas están leyendo esto. Algunas personas vendrán y otras no lo harán. Nota que el aforo está limitado a 20 personas. Si estarás allí para aprender más acerca de la sabiduría inconsciente, de la comunicación efectiva y de la hipnosis ericksoniana, entonces este es el momento apropiado para aprovechar esto y apuntarte al curso reservando tu plaza.
Ahora, vengas o no vengas, siempre puedes disfrutar del proceso de aprender a disfrutar con tu inconsciente.
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