Desde los primeros meses de vida los niños y niñas ya saben reconocer las emociones, y diferenciar las positivas de las negativas. Como adultos, podemos ayudarles a aprender a gestionarlas, algo que les será de gran utilidad a lo largo de toda su vida. ¿Quieres saber más?El desarrollo emocional es de vital importancia en el desarrollo de los niños y niñas, ya que sólo de esta forma podrán llegar a enfrentar satisfactoriamente los retos que surjan en su vida como adultos.
Los más pequeños, de 0 a 6 años, también necesitan ayuda para saber qué les pasa, confiar en que podrán afrontarlo y tener las herramientas para poder hacerlo. Un trabajo que idealmente se debería realizar tanto en casa como en el centro educativo y, de ser posible, siguiendo unas líneas similares para no confundir al niño.
¿No sabes por dónde empezar? A continuación te proponemos algunos consejos:
Los más pequeños, de 0 a 6 años, también necesitan ayuda para saber qué les pasa, confiar en que podrán afrontarlo y tener las herramientas para poder hacerlo. Un trabajo que idealmente se debería realizar tanto en casa como en el centro educativo y, de ser posible, siguiendo unas líneas similares para no confundir al niño.
¿No sabes por dónde empezar? A continuación te proponemos algunos consejos:
- Enséñales a identificar las emociones: Éste es el primer paso, ya que sólo mediante el reconocimiento de las emociones, podrán controlar las negativas y potenciar las positivas. Además, entenderán que puede expresarlas sin problema, y que su entorno también lo hace.
- Las emociones no son buenas ni malas: Intentar evitar u ocultar las emociones negativas únicamente provocará frustración en los más pequeños. Es necesario que entiendan que todas las emociones son legítimas, que tienen derecho a sentir lo que sienten, pero a la vez deben aprender a controlar las negativas. ¡Que sean ellos quienes controlen las emociones y no al contrario!
- Verbaliza y traduce sus sentimientos: Aún no serán capaces de distinguir exactamente qué es lo que sienten, o lo harán de manera errónea (pueden confundir la tristeza con el enfado, el miedo con la agresividad, el miedo con el asco…). Es por ello importante que les expliques lo que sienten de forma tranquila.
- Sé el mejor ejemplo: La mejor manera de que aprendan a gestionar sus emociones es si están rodeados de personas que también lo han conseguido. Aprende tú también a controlar tus enfados, a hablar de tus sentimientos, a permitirte llorar en los malos momentos (aunque ellos estén delante), o a mostrar tu afecto y amor a aquellos que más quieres. Lo agradecerán ellos, pero seguro que tú también.
- Infórmate y busca nuevas ideas: Es importante que estés siempre actualizado y bien informado, buscando respuestas a los problemas que te vayan surgiendo y compartiendo con otros tus dudas y frustraciones. Para ello, te recomendamos que leas habitualmente revistas especializadas en el tema o sigas el grupo de interés relacionado en Tiching.
- Jugar a descubrir emociones: Un juego para enseñar a identificar las emociones que motivan su conducta.
- Trabajar el miedo: Propuesta de trabajo en torno a los miedos de los más pequeños, que les invita a participar de esta emoción, reconociéndola, expresándola y compartiéndola.
- El cuento de las emociones: Cuento que trata sobre los diferentes sentimientos para aprender a identificarlos.
- La expresión del rostro: Recurso dedicado a la interpretación de los sentimientos y las emociones que se expresan con la cara.
- Expresar la rabia: Un artículo con algunos consejos para enseñar a los más pequeños a gestionar este sentimiento.
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