Existen devoradores de textos que tienen una increíble cualidad para leer velozmente sin necesidad de cursos sobre el tema. Pero también, es cierto que esas características las podemos tener todas aquellas personas que frecuentamos una lectura sobre cualquier tema esporádicamente o cuando tenemos un tiempo libre, sin tener que obsesionarnos con la lectura. Sin embargo, el leer e interpretar rápidamente el mensaje del párrafo que tenemos previsto observar, viene consigo con preparación y mucha determinación.
Si te gustaría aprender a leer mucho más rápido y de la misma manera lograr a interpretar detalladamente las ideas principales y secundarias del texto, puedes probar con estos 6 consejos que hemos traído para que mejores y perfecciones la lectura de cualquier libro en el mundo.
1. Trata de no volver a leer una frase o párrafo anterior
Si vuelves a leer una frase, es porque no has alcanzado la concentración necesaria. Esto hace que perdamos segundos valiosos que simplemente serían útiles para proseguir con el párrafo. Si no es muy necesario, trata de no releer. Aunque las ganas para volver sobren, céntrate en continuar con la siguiente línea y procura la atención y el enfoque en lo que está por venir, así no perderás la idea general del título.
2. Cero distracciones, siempre
Es recomendable y 100% efectivo estar apartado de los ruidos y sonidos molestos cuando nos dedicamos a leer algunas páginas de un ejemplar. Sería idóneo apartarnos por un momento de las cosas externas para dedicarle toda la atención al párrafo que tenemos frente a nuestros ojos. Busca lugares cómodos, tanto de postura, como de serenidad y paz para poder analizar los mensajes e idas que transmite el libro.
3. Buena iluminación
La luz ayuda mucho al proceso de recepción de información, y también, disminuye las probabilidades de un dolor de cabeza por tener que forzar la vista al momento de visualizar unas líneas. No importa si el tamaño de la letra del libro es grande y visible, pues al cabo de unos minutos comenzará a generarse una pequeña migraña producto de no contar con una ambientación ideal. Ubícate en lugares con buena luz y enfoca tu libro para que dicha luz permita leer sin tener que pasar por episodios no deseados.
4. Elimina la subvocalización
Uno de los errores que más cometemos, es repetir mentalmente lo que leemos, es algo común en todos nosotros. Hablamos de una de las características más difíciles al momento de leer, pues no es fácil analizar lo que estamos observando en las líneas y apartar la repetición mental de esa información. Este proceso es uno de los más complicados, pero, también es uno de los que más nos acercan a la lectura rápida, sin dejar a un lado todos los anteriores, claro está.
5. Saltar palabras también funciona
Si lees palabra por palabra, probablemente tardes minutos en terminar una página completa. Este proceso también es uno de los más complicados, ya que se basa en cortar un número muy pequeño de palabras y tratar de entender las mismas junto con las siguientes frases que serán observadas dentro del párrafo. Esto consiste en capturar fragmentos sin tener que leer toda la frase corrida.
En la frase que será presentada a continuación, busca capturar los fragmentos a los guiones azules y no la completa atención al texto:
Concéntrate – en – leer – más – rápido – sin – necesidad – de – regresar – a – la – frase – anterior.
Practicando este simple ejercicio, podrás superar poco a poco una de las virtudes más difíciles de alcanzar en la lectura.
6. Lee un texto que te apasione, nada de “leer por leer” ni “a la fuerza”
Si te mandan a leer un texto en la universidad o para cualquier trabajo en sitio donde laboras, trata motivarte para mantener ese entusiasmo desde el momento en que comienzas a ver la introducción del libro, hasta que termines la última página del mismo.
Todos los pasos necesitan paciencia, ninguno se encuentra de la noche a la mañana. Con práctica, perfeccionarás tu lectura y te convertirás en un amante de los libros.
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